Río Atoyac, tercero en recibir más descargas de aguas negras

El estudio sobre la Protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, posicionó al río Atoyac como un caso emblemático de contaminación por aguas residuales provenientes principalmente de industrias, dicho análisis estuvo a cargo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en colaboración con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

De acuerdo con la investigación, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arrojó estadísticas que posicionan a Puebla como uno de los 3 estados donde más se descargan aguas negras, junto con el Estado de México y Veracruz, pues de los 2 mil 355 sitios de descarga que hay en todo el país, estas tres entidades ocupan el 30 por ciento.

Pese a que han surgido organizaciones civiles y académicas que se pronuncian a favor del cuidado de ríos y lagos, quienes han propuesto proyectos tecnológicos para el tratamiento y prevención, pareciera que los organismos no se ocupan en sus funciones. Pues el estudio señala a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como la autoridad responsable de las aguas nacionales, pero sólo se enfoca en la contaminación orgánica y física de las aguas utilizadas en las ciudades.

Sin embargo, existe una polución que no aparece en las publicaciones del organismo, se trata de la contaminación por descargas industriales, uno de los principales factores por los que este estudio posicionó al Río Atoyac como un caso emblemático de contaminación en la entidad poblana seguido del río Lerma, en el estado de México.

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Los principales giros industriales en la cuenca del río Atoyac son químicos y petroquímicos con un 23 por ciento, seguido del textil con 24 por ciento y en la tercera posición se encuentran los residuos automotriz y de autopartes con el 17 por ciento, el resto corresponde a bebidas, alimentos y papel.

Según datos del 2016, la contaminación de los desechos antes mencionados afecta a más de 2 millones de pobladores en 22 municipios del estado poblano, además de haberse detectado en el afluente 25 sustancias nocivas que son un foco de infección para enfermedades como la hepatitis y cólera.

De acuerdo con la investigación, esta situación es preocupante en cuanto a la salud pública, debido a que los contaminantes se distribuyen en la atmósfera, suelo, productos agrícolas y agropecuarios. Al mismo tiempo señalan que a este hecho, sele suman las descargas municipales, pese a que haya tres plantas de tratamientos de aguas residuales en la zona urbana de Puebla.