La candidata de la coalición Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso, defendió el trabajo de gobiernos panistas en contra de la pobreza, pero ¿qué tan real es que cada vez menos poblanos se encuentran en condición de marginación?

Aunque la candidata intentó referirse a los gobiernos panistas, tanto de su esposo Rafael Moreno Valle (2011-2017) y del actual mandatario Antonio Gali Fayad (2017-2018), al ser las únicas administraciones del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla, sólo se han dado a conocer cifras oficiales del periodo 2010 al 2016 por parte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), es decir, sólo puede hablar del trabajo del gobierno morenovallista.

En agosto de 2017, el Coneval dio a conocer su última medición de pobreza por entidad, donde Puebla salió bien evaluado en reducción de pobreza extrema, al pasar de 1 millón mil 700 habitantes en esa condición, durante el año 2010, a 561 mil 900 poblanos para 2016, es decir, en cuatro años 439 mil 800 poblanos rebasaron la pobreza extrema.

Bajo estas cifras, 1 de cada 2 poblanos superaron la pobreza extrema como señaló la candidata; en promedio, 300 poblanos lograron reducir carencias que van desde el acceso a la salud, la seguridad social, los espacios de vivienda y la alimentación.

Si bien la candidata declaró un avance positivo para Puebla, es justo del gobierno de su esposo, del cual ha buscado deslindarse durante su campaña. No obstante, hay otras lecturas de los resultados del Coneval que muestran un escenario no tan favorable para la gestión morenovallista, ya que si bien mejoró las condiciones de pobreza extrema, no de la situación de otros poblanos en similares condiciones.

Tal es el caso de los poblanos en pobreza moderada, que aumentaron de 2.6 a 3.1 millones de personas entre 2010 y 2016, lo que advierte de un incremento de 552 mil poblanos que engrosaron la fila de pobreza moderada, ubicada entre pobreza extrema y pobreza.

Otro rubro que aumentó fue la población vulnerable por carencias sociales e ingresos, donde el número de poblanos pasó de 327 mil 400 a 389 mil 300, lo que significa un aumento de 5.6 a 6.2 por ciento en la población con bajos ingresos económicos y altas privaciones de necesidades básicas para una vida digna.

Por vulnerabilidad por carencias sociales, el Coneval explica que es la población con faltantes como vivienda, alimentación, educación o trabajo, pero cuyo ingreso es superior a la línea de bienestar social. Vulnerabilidad por ingreso es la población que no presenta carencias sociales pero cuyo ingreso es inferior o igual a la línea de bienestar social, referente para medir la calidad de una vida digna.