Juego de pelota, ADN del México prehispánico

86 personas de Puebla, Estado de México, Querétaro y Michoacán, se reunieron en Chignahuapan para poder ser parte del primer cuadrangular

Juego de pelota, ADN del México prehispánico
Karen ROJAS | Esta actividad tiene su inicio mil 500 años antes de Cristo Juego de pelota, ADN del México prehispánico

Bajo los rayos del sol y en una cancha de tierra delineada con cal, cuerpos semidesnudos de hombres, mujeres y niños, intentan no perder la tradición milenaria del juego de pelota prehispánico.

Han dejado atrás el dolor provocado por una pelota creada a partir del árbol de hule, el cual puede llegar a pesar hasta 3 kilos 600 gramos. Ahora, la golpean con gran habilidad, ya sea a ras de suelo o en el aire, con el movimiento de sus caderas.

Es así como 86 personas de Puebla, Estado de México, Querétaro y Michoacán, se reunieron en Chignahuapan para poder ser parte del primer cuadrangular que revelaría quiénes son mejores en la categoría varonil, femenil e infantil mixta.

¿Cuál es su origen?

Esta actividad tiene su inicio mil 500 años antes de Cristo, los mesoamericanos lo jugaban, pero con la invasión de los españoles comenzó a prohibirse, pues lo consideraban negativo, incluso "diabólico", asegura José Lizárraga Covarrubias, entrenador de la Asociación de Juego de Pelota Mesoamericana (Ajupeme), en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla.

A pesar de la negativa de los conquistadores, familias de Mazatlán, Sinaloa, lograron trasmitir de generación en generación esta actividad, conservándose así hasta nuestros días, explicó Lizárraga Covarrubias.

"Hace mucho tiempo atrás era un juego cósmico, se dice que era un deporte de observación, mientras los jugadores estaban en el campo, los sacerdotes se encargaban de ver los movimientos que hacían los jugadores y los trazaban perfectamente con las estrellas y los planetas, así predecían cosas del futuro", añadió.

Algunas versiones señalan que estaba dedicado a la fertilidad, pues el calzón con la lengüeta con el cual se juega, representa el aparato reproductor masculino y femenino, por lo tanto, a la hora de estar en el suelo se estaría fecundando la tierra, comentó el integrante de la asociación.

Lizárraga Covarrubias agregó que otros más lo consideran como una preparación para la guerra, pues era un juego de suma importancia para los gobernantes, ya que tras el resultado podían resolver algún conflicto.

Se dice que sólo los integrantes de las clases altas, así como los guerreros podían jugar, también los pueblos eran un gran "semillero" de jugadores, de ahí la integración de los manifestó.

Respecto al premio para los ganadores, recalcó que están en desacuerdo con la versión de los sacrificios de los jugadores, aunque algunos manejan la muerte del capitán del equipo ganador, otros el del perdedor, algunos más refieren el homicidio de prisioneros de otros grupos. En sitios como Sinaloa, fue una actividad para hacer apuestas, se ponían en juego mujeres, esclavos, incluso cosechas de maíz y frijol.

¿Cómo se juega?

Para poder practicar este deporte, es necesario contar una cancha de tierra de cuatro metros de ancho y 40 metros de largo; se puede llegar hasta los 60. Se divide en dos partes iguales, cada una es defendida por un equipo de cinco personas, expuso Huetzin Reyes Hernández, vicepresidente del grupo de jugadores en Chignahuapan.

En medio se pinta una línea denominada analco y en los extremos también se colocan otras rayas denominadas preanalcos, si la pelota atraviesa estas últimas, se marcan tres puntos, indicó Reyes Hernández.

Se requiere una pelota, la cual tiene un peso de acuerdo con la rama, en la varonil se usa de 3 kilos 600 gramos, para la femenil pesa 2 kilos 400 y la infantil es de 1 kilo y medio.

Como parte del atuendo que utilizan los jugadores, la base es un calzón, encima se coloca un fajado artesanal de manta, el cual debe dar dos vueltas al cuerpo, por lo tanto, tiene una extensión de dos metros de largo por 15 centímetros de ancho; arriba se coloca un cinturón, que sirve para proteger y une a todo el atuendo.

"Sólo tenemos permitido pegar con la cadera, hasta de tres a cuatro dedos arriba de la rodilla, si nosotros llegáramos a pegar la pelota con otra parte del cuerpo, o nos llega a tocar la mano, la cabeza, el pecho, el pie, se marca punto para el equipo contrario, esa es una forma de contar un punto", detalló vicepresidente del grupo de jugadores en el municipio de Chignahuapan.

Otra forma de contar un punto es cuando la pelota rebota y no pasa la zona en tres ocasiones, entre otras. Se juega en dos tiempos, en la división para hombres dura 20 minutos, en la de mujeres 15 minutos y en el de niños 12 minutos, detalló.

Una forma de conservar las tradiciones

Daniel Santiago Luna, uno de los jugadores, en la actualidad no está en un equipo fijo pues se traslada a la Ciudad de México, así como a Veracruz y se une adonde lo inviten.

En entrevista, expresó: "juego porque es un rescate de nuestra cultura, y no sólo es algo competitivo, te enseña muchos valores, como el trabajo en equipo, ser trasparente y esto se pueden aplicar en la vida personal".

Se enteró de la actividad gracias a la recomendación de profesor, por lo tanto comenzó en la Ciudad de México hace siete meses, pero ahora forma parte del equipo Mixco conformado en Chignahuapan.

Su objetivo, mencionó, es mejorar su técnica para después servir como una forma de difusión en otras partes del país y así darle la importancia necesaria. En un comienzo el dolor parecer derrotar a los jugadores, pero se hacen más fuertes, se superan los obstáculos como en la vida.

Jazmín Guevara Martínez, de 33 años de edad, es originaria de Querétaro y viajó siete horas para poder ser parte del encuentro en Chignahuapan, al considerar esta actividad una forma de revivir sus tradiciones, "el primer deporte de la nación".

Al jugarlo pro primera vez le generó hematomas por no tener la técnica para golpear la pelota, ahora ya no le provoca dolor, pues ya aprendió la técnica.

"Te dicen la estrategia, cómo debes golpearla, comenzar a estirar, entrenar, pero se aprende en la práctica, cuando le comienza a pegar, muchas veces no tienes la habilidad y la pelota te golpea y se te hacen hematomas, pero no es algo grave, quizá un poco de dolor, en cuanto vas aprendiendo no se te hacen hematomas ni tienes dolor", detalló.

Opinó que es un deporte un tanto rudo, pero muy completo porque se usan todos los músculos, podría ser un poco complicado para quien jamás ha hecho deporte, aunque el equipo del cual forma parte lleva apenas tres meses y medio practicando; el cuadrangular en Chignahuapan fue su primer partido oficial.

Dijo que le gustó tanto esta actividad, que su hijo mayor de ocho años ya también es parte del equipo infantil, donde la mayoría de los participantes rondan los 11 años; "lo importante es empezar con la propia familia", afirmó.

Mariano Pérez Tay, de 11 años de edad, quien es originario de Chignahuapan narra a El Popular, que le interesó jugar para rescatar las tradiciones y la cultura, pero también por la forma en la cual le pegan a la pelota.

En diversas ocasiones, invitó a sus compañeros de clases; sin embargo, sus padres lo consideran peligroso por el peso de la pelota, aunque ello no lo detiene y en cuanto ve a otros menores, los exhorta a ser parte del equipo, pues asegura que sólo se necesitan ganas de aprender.

El menor refirió que fabricó su atuendo y en cuanto hay alguien interesado, todos se reúnen en un hogar para ayudarle a hacerle propia, pues son materiales sencillos, sólo se necesita trazar, recortar y unir las piezas.

Ganadores del cuadrangular

Los ganadores del primer cuadrangular nacional realizado Chignahuapan fue el equipo de Puebla, quien obtuvo 8 puntos y luchó por el puesto con Querétaro, quienes sólo llegaron a seis en la categoría varonil. Respecto a la femenil, el primer puesto fue para Michoacán, quien logró conseguir 17 puntos frente al equipo de Puebla que sólo consiguió 11 puntos.

En el caso del infantil mixto, la final se debatió entre Puebla y Querétaro. El primero obtuvo 15 anotaciones y el segundo 16.

En el cuadrangular se dieron cita jugadores de diferentes partes como Querétaro, Michoacán, Puebla y Teotihuacán.

Mundial de futbol mesoamericano

José Lizárraga Covarrubias, entrenador de la Asociación de Juego de Pelota Mesoamericana (Ajupeme), comunicó que hace tres años inició la agrupación del juego de pelota y en la actualidad hay 24 equipos varoniles, 11 femeniles y seis infantiles a nivel nacional que se concentran en Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Michoacán, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Veracruz, Puebla y, próximamente, en Hidalgo, Sinaloa y Sonora.

Entre los resultados se encuentra la realización de cuadrantes nacionales, el primero fue en Playa del Carmen en 2016; el segundo fue en Zempoala, Hidalgo en 2017 y este año será en Chetumal el 15, 16 y 17 de noviembre.

El objetivo a largo plazo es organizar un mundial, pues ya se tienen también equipos en Francia, España, Belice y Honduras, aunque el reto a superar será el tema de los recursos, pues son los jugadores quienes se hacen cargo de sus gastos de viaje, la organización sólo se encarga de conseguirles hospedaje y alimentos, informó.

Video: Daniel CERVANTES