"Ya de que está uno grande es muy difícil que te den trabajo, pero estoy consciente que ya no tiene uno la misma capacidad, siento que los huesos ya no responden como debe de ser; los camiones, las subidas, las bajadas, es complicado, pero me he hecho a la idea de que yo no estoy vieja, me siento como si tuviera menos edad", comentó Adela Virueña Cortés de 75 años de edad.

A sus 75 años, la señora Virueña Cortés sigue trabajando, busca un ingreso más para sustentar los gastos de su casa pues "la renta, el gas y la luz no se pagan solas", pese a que tiene el ingreso de dos pensiones no es suficiente para sobrevivir, fue así como llegó al el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), donde encontró la paz para sus males económicos siendo empacadora, ya que en la búsqueda laboral anterior no le fue muy bien.

Mientras tocaba puertas para buscar un nuevo empleo, que en su mayoría la rechazaron, se dio cuenta que la edad representa un impedimento, aunque ella se sienta fuerte mentalmente, está consciente de ciertas situaciones físicas que no le aportan mayor credibilidad a esa fortaleza que siente.

 "Me encanta levantarme, bañarme, arreglarme, perfumarme e ir arreglada a mi trabajo; de lo único que tengo miedo es cuando salgo a la calle porque en lugar de que vea casa o carro, veo al suelo porque me da mucho miedo tropezarme, resbalarme y caerme, y si me rompo un hueso, por mi edad ya no es tan fácil que sane", dijo.

 "Le pido a Dios que me de fuerzas para seguir, porque prácticamente yo soy el sostén de la casa y ojalá no se acabe el Inapam para tanto viejo, porque así como yo, el señor tiene un problema y así otra persona tiene otro; porque no puedo vivir de otra manera, mi esposo no trabaja, si no fuera por mí no sé cómo estaría mi casa" puntualizó.

#DíaDelAbuelo ??
Distintas personas de la tercera edad cuenta su experiencia en la vida social de #Puebla
¿Una celebración o reflexión al trato? ? pic.twitter.com/k5RSaBmHX4

- El Popular (@diarioelpopular) August 28, 2018