Décadas de tala hormiga

Diferentes actores han cometido ecocidio en más de 46 mil metros cuadrados ubicados en la zona de Momoxpan

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Especial | No existe certeza sobre el número de ejemplares derribados este año Décadas de tala hormiga

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En el Vivero Santa Cruz Guadalupe se ha cometido de manera consuetudinaria la tala hormiga que durante 20 años ha cobrado la vida de entre 100 y 200 árboles de diferentes especies.

De manera reiterada, diferentes actores han cometido ecocidio en más de 46 mil metros cuadrados ubicados en la zona de Momoxpan, entre bulevar Forjadores y Calzada Zavaleta.

Uno de los casos más difundidos de tala ocurrió durante el trienio del priista Enrique Doger Guerrero, cuando a solicitud del empresario Pedro Maccise se cambió el tipo del uso de suelo de Área Verde a Uso Mixto y se autorizó la tala de hasta 100 árboles.

En ese entonces se construyó el Fraccionamiento Santa Cruz Guadalupe, conjunto habitacional que ocupó 2.9 de 4.6 hectáreas. El resto del terreno fue donado al Ayuntamiento para un parque urbano que nunca se hizo.

En 2013, ya con la administración del panista Eduardo Rivera Pérez, hubo una nueva tala clandestina: esta vez, de acuerdo con organizaciones de la sociedad civil, resultaron afectados entre 50 y 70 árboles. La responsabilidad apuntó al presidente de la colonia Santa Cruz Guadalupe, quien sin potestad autorizó el derribo de los árboles y fue sancionado por la Comuna.

Tanto en tiempos de Doger como de Eduardo Rivera, la justificación del empresario Pedro Maccise para solicitar el derribo de árboles es que se trataba de ejemplares de Eucalipto, los cuales tienen cierto daño en la salud humana.

A partir de esto los propietarios del terreno se comprometieron a sustituir las especies derribadas por árboles de Ahuehuete, mucho más amigables. El reemplazo jamás se llevó a cabo.

El último de los episodios de tala inició el pasado 26 de septiembre, en las postrimerías del actual gobierno municipal. En esa ocasión, el ojo de la opinión pública se ha centrado en el Ayuntamiento de Cuautlancingo, cuya administración presuntamente autorizó el derribo de hasta 400 árboles. Esta situación ha sido negada por el alcalde Félix Casiano Tlahque.

De acuerdo con regidores de Puebla y Cuautlancingo no existe certeza sobre el número de ejemplares derribados este año, pero los cálculos indican que fueron entre 50 y 100, lo que de ser cierto elevaría la tala hormiga a más de 200 árboles en dos décadas.