Con riñón, regala 29 años de vida
La cirugía del primer trasplante de riñón en el Hospital de Alta Especialidad en el IMSS San José, en Puebla, tardó nueve horas
Hace 29 años Car-men decidió donarle un riñón a su hermano, Carlos Sandoval; tenían miedo, pues él iba a ser el primer trasplante que se realizaba en el Hospital de Alta Especialidad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) San José, y aunque en ese tiempo le pronosticaron una esperanza de vida de 10 años, hoy con 55 años de edad, se siente orgulloso por haber sido un parámetro médico en la capital. Carlos dudó, era el primero en la capital poblana que se iba a someter a dicha cirugía; en su momento pensó que "iba a ser un conejillo de indias". Pero luego de la explicación de los médicos, decidió arriesgarse y ser candidato de la intervención. Una vez que el Seguro Social lo aceptó, se enfrentó a otro reto, un donante. No habían personas que pudieran donarle un riñón y los posibles candidatos no eras compatibles; fue entonces que su hermana dijo: "le voy a salvar la vida a mi hermanito". "Mi problema empezó cuando yo trabajaba de chofer con mi papá en unos autobuses, entonces me sentí mal, fui al médico y ahí me dicen que tengo insuficiencia renal crónica. Me dijeron que por operarme iban a ser millones y le decían a mi papá que era preferible que me aseguraran para que el IMSS me pudiera brindar la operación. Al llegar al instituto me programaron en tres meses para ser el primer trasplante de riñón. Yo tenía sólo 25 años", dijo Carlos. Carlos aseguró que la operación no fue difícil; sin embargo, "estuvo muy inquieto" porque se tuvo que quedar casi dos meses en la cama sin salir y no podía recibir muchas visitas, principalmente las que pudieran contagiarlo de gripa o tos. En ese momento, él y su hermana estaban solteros y desde la operación el lazo de hermandad se ha fortalecido. "A mi hermana le estoy muy agradecido, de verdad yo le digo que gracias eternamente por haberme donado un riñón y por haberse sacrificado en ese momento, hasta arriesgó su vida", comentó. A 29 años de la operación, agradece que la tecnología, así como los avances en la medicina hayan seguido, pues eso garantiza una mejor calidad de vida para todas las personas. El cirujano, Adalberto Portillo Arenas, estuvo presente en la operación de Carlos; hoy en día tiene 89 años y considera que el trasplante fue uno de los mayores logros de su vida. "A mí me tocó ser del primer grupo que hizo el trasplante y afortunadamente logramos que todo saliera bien. Fue una buena actuación médica, se resolvió en forma y correctamente, para mí es una satisfacción personal y creo que no sólo para mí, sino para todos los que trabajamos en ese grupo médico quirúrgico", dijo. Recordó que el hospital poblano tenía como meta trabajar al nivel de los centros médicos más destacados del país y al faltarles sólo los trasplantes, decidieron prepararse hasta lograrlo. Te puede interesar: AUMENTAN 62% DONACIONES DE ÓRGANOS EN PUEBLA"Tengo que admitir que no sabía que el paciente seguía con vida, pero eso significa que se hizo un buen trabajo. Es ver para creer, superó las expectativas y hacerle la intervención fue el paso para ponernos a la altura de todos los hospitales que ya estaban trabajando con eso", comentó. Para 1973, este mismo centro registró mil 780 trasplantes y de 2017 a la fecha van 468. De los 468 trasplantes que se han registrado del año pasado al día de hoy, son más donadoras mujeres que hombres, regularmente son las hermanas y madres. En los receptores, las estadísticas indican que son más los hombres. |