Exigen a la FGE resultados por desapariciones

Guadalupe Morales, desapareció en la capital poblana el 27 de octubre del año pasado, tenía 17 años y se dirigía al Bachillerato

Exigen a la FGE resultados por desapariciones
Alba ESPEJEL | El 4 de noviembre las mujeres del colectivo se reunieron en la FGE Exigen a la FGE resultados por desapariciones

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De manera oficial son 20 casos de investigación por desaparición, pero para las familias del colectivo Voz de los Desaparecidos, es más que un papeleo, son seres queridos que no saben dónde están, si fueron asesinados, si son parte de una red de trata o si están privados de su libertad. En la mayoría de los casos la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), no ha dado avances, no hay ni un sospechoso, ni indicios de su paradero, es por ello que los familiares han optado por manifestarse y hacer una búsqueda alterna.

Colectivo "Voz de los desaparecidos" se manifiesta frente a @FiscaliaPuebla; exigen avances para localizar a sus familiares. Hay 13 carpetas de investigación, son 17 familias y hay 20 desaparecidos | Vía: @albaesli pic.twitter.com/z8zBlKFUu1

- El Popular (@diarioelpopular) 6 de noviembre de 2018
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La mañana del 4 de noviembre las mujeres del colectivo se reunieron en la FGE para hacer una marcha pacífica y posteriormente sostener una charla con el encargado de despacho, Gilberto Higuera Bernal.

Entre los casos que le expusieron al funcionario está el de Nadia Guadalupe Morales Rosales, quien desapareció en la capital poblana el 27 de octubre del año pasado, tenía 17 años y se dirigía al Bachillerato "Gabino Barrera", pero nunca llegó. Su madre Victoria Rosales Camacho explicó que pusieron una demanda, pero desde hace un año no hay culpables, ellos tienen sospechosos y les han hecho saber a las autoridades sus dudas; no obstante, no les dicen nada.

"La fiscalía no ha hecho nada, hasta les dimos su celular y después les pedimos información, pero no sabemos cuál fue su última ubicación, con quien habló (...). El último día que la vi se despertó temprano, eran las 6 horas, le di su desayuno, su dinero, le di su bendición y jamás la volví a ver", compartió.

Tomó la ruta 5, pero no llegó al bachillerato, su novio y la familia trataron de comunicarse con ella a las 13 horas, pero el teléfono ya estaba apagado. Sus compañeras les notificaron que nunca llegó a la institución. "Este tiempo sin ella ha sido difícil porque es la más chiquita, se extraña mucho, era una niña muy tranquila, con su novio llevaba casi 6 años, hasta le daba consejos a su hermana grande. Tengo muchos recuerdos de ella y no voy a parar hasta encontrarla o, por lo menos, saber qué le pasó porque ha pasado mucho tiempo y si está muerta necesito llevarla a algún lugar para poder llorarle", dijo.

Otro de los casos es el de Michell Jiménez, de 21 años y que desapareció el 18 de febrero del 2016, en San Andrés Cholula, vivía con su tía Griselda Toxqui, porque sus padres viven en Estados Unidos, un día avisó que iba a llegar tarde del trabajo y nunca volvió, al pedirle ayuda a sus jefes, explicaron que el joven pidió permiso para faltar al trabajo.

#DesaparecidosEnPuebla | ?Michell Jiménez, de 21 años desapareció el 18 de febrero del 2016, en San Andrés Cholula, vivía con su tía Griselda Toxqui. Piden justicia a la @FiscaliaPuebla ? pic.twitter.com/3gkWpJWZIL

- El Popular (@diarioelpopular) November 7, 2018

"Me habló, me dijo que estaba en el trabajo y que necesitaba una recarga, le puse 200 porque me aseguró que no podía salir, después le mandé un mensaje pero no respondió, entré a su Facebook y no contestó (...) fui a la policía y me dijeron que no podían hacer nada hasta después de las 72 horas, regresé y me dijeron que investigara con sus amigos o si se había ido con sus padres a Estados Unidos, en ese lapso perdimos mucho tiempo", comentó.

La investigación se abrió casi hasta los 10 días después y posteriormente pidieron las grabaciones de las cámaras que estaban cerca de su trabajo al Ayuntamiento de San Andrés, pero le dijeron que estaban descompuestas.

"La última vez que hablamos hasta le pregunté si iba a querer comida para el otro día, era un chico sano, hacía mucho deporte (...). Le fallé a sus padres, pero en donde quiera que esté quiero que sepa que no lo he dejado de buscar y siempre lo estoy pensando, siempre tengo estas espinas en mi corazón y antes de dormir me pregunto ¿qué habrá sido de él?", concluyó.