Ni catarsis ácida ni pliego de acusaciones, para el priista y excandidato a la presidencia municipal de Puebla, Guillermo Deloya Cobián, es necesario establecer un alto y plantear un resurgimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en medio del momento álgido del país, el estado y la capital. También puedes leer: Óscar Alarcón: La literatura es de letras y no de géneros Con el abandono que asegura, políticamente vivió, junto con otros priistas del estado, durante campaña, los resultados de las votaciones del proceso electoral 2018 y los señalamientos a priistas a nivel nacional, Deloya hoy hace público su libro El imperio de los mismos, el octavo de su autoría, donde expone la situación de emergencia que está obligado a enfrentar su partido. Al tiempo que señala que con "Enrique Doger ni a la esquina", y que entre las experiencias negativas durante campaña, estuvo el aceptar una planilla de regidores impuesta en medio de amenazas, Guillermo Deloya aborda la entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla. También puedes leer: Van 13 aspirantes para ser gobernador interino El imperio de los mismos, ¿es acaso que no hay relevo generacional en el partido? -El partido como tal siempre se ha sustentado en sistemas cupulares, donde mucho se ha hablado que en el diálogo común: el militante es aquel con la responsabilidad de definir los destinos del partido, pero siempre ha sido una cúpula la que decide, designó candidatos, incluyéndome a mí, y desafortunadamente no tuvo los vínculos necesarios para poderse compenetrar con la militancia. Hoy vemos un Comité Ejecutivo Nacional y Estatal que sigue ciclado en esa dinámica y en la conservación de privilegios de pocos. La verdad es que si esa es la tónica a seguir, vamos a una proclividad clara para extinguirnos, no podemos seguir adelante si no planteamos un camino de honestidad. ¿Estamos hablando que no ha habido democracia interna en el PRI? -No ha habido en realidad de muchos cauces, no puedo decirte que en la totalidad de los mismos, pero sí estamos muy viciados y hay que decirlo como partido político y como sistema político mexicano, desafortunadamente dista mucho lo que se dice en el discurso y lo que se lleva a cabo en la práctica. Los procesos de democracia interna o de partidos siempre han estado sometidos a una voluntad de quienes se sientan en una mesa dónde pocos están convidados y eso desafortunadamente nos ha llevado a los estigmas que hemos cargado de partidos antidemocráticos, tiránicos, de partidos que han tenido ese contagio de corrupción y de malos hábitos. También puedes leer: "Mi obra cuenta lo ocurrido, muchas veces es una crónica" Si verdaderamente tienes que plantear una real subsistencia del propio partido a futuro, tendremos mucho que cambiar. En otros capítulos de la historia priista, mirábamos a partidos políticos con desdén, en ese momento era el PT (Partido del Trabajo), ahora nosotros nos convertimos en esa minoría, la cual, si no se adueña con las causas que empata, desafortunadamente no hay manera con la que vamos a generar una oferta política. Habla en el libro que los priistas estuvieron pagando un cúmulo de pecados, simulaciones y excesos y también que el partido es mucho más que lo fortuito de sus dirigencias y dirigentes, ¿actuaron en medio de simulaciones? -Desafortunadamente esos malos ejemplos han estigmatizado el actuar de todo el priismo, sería tan pobre generalizar y decir que los dirigentes de otros partidos los estigmatizan de lo mismo. Al ejercer el poder y en el cauce que había tenido el priismo, el desgaste que sufrimos al tener este tipo de estigmas fue claro y lo acabamos de terminar pagando todos, no creo que sea una cuestión en la cual debiéramos evadirnos y darnos baños de pureza, sino más bien cómo generamos en una comunidad esa conciencia colectiva, el que podamos resurgir en cauces que verdaderamente la sociedad note. ¿Las resistencias al cambio interno son fuertes, no? -Es ese imperio, que tiende a defender ese status quo, el no cambiar para que en los grandes apellidos de los actuales Gamboas, Ruiz Massieu… no se esfume esa cantidad de apoyo que se tiene a través de un partido político, que actualmente está jadeando para obtener oxigeno pero que de todas formas se tienen plurinominales. Estamos cayendo en esa cerrazón, dónde nuevamente son las voces disidentes, yo me sumo a la rebeldía. A los debates, con mucho gusto estaré a completa disposición. Está la Comisión de Reflexión de Acción, que es un apéndice institucional del propio partido, pero hablar de los temas profundos y álgidos, eso es algo que nos interesa y nos obliga a hablar del desgaste que tuvimos el sexenio pasado a través del presidente Enrique Peña Nieto y cómo se nos han cargado esos pecados que devienen de los apellidos de las malos ejemplos. Ante este abandono partidista, la nula comunicación ¿en algún momento pensó en bajarse de la contienda? -No, nunca ha sido un rasgo personal mío, el dimitir, soy muy necio, en mí estaba la obligación de dar hasta el último aliento para tener el deber cumplido, que le corresponde a un candidato. Se me hace muy pobre decir "tuvimos al peor candidato de la historia" nada más a la sinrazón del número de votos, probablemente si lo planteamos así numéricamente, sí lo soy, pero también se me hace igualmente pobre decir tuvimos una elección atípica donde el comité directivo y el comité ejecutivo estuvieron rebasados. En el libro aborda el análisis sobre el proceder de los priistas, entre resurgir, reconstruir, reinventarse y reevolucionar ¿cómo debe ser el siguiente paso? -Reevolucionar. Resurgir desde prácticamente las cenizas es muy complicado, tenemos muchas estructuras dañadas, desencantadas, mucha militancia confundida que no hemos sabido agrupar más allá de los discursos vacíos. Sino son los suficientes empáticos con un México que actualmente se encuentra confundido y una Puebla que día a día encuentra mayores complicaciones, sino proponemos una oferta política deseable, seguiríamos con los estigmas del poder. El revolucionar es propiamente el resurgir de ese escenario a una nueva etapa directiva que sería un partido vigorizado. También puedes leer: Candidato priista, en manos del CEN Debemos pensar seriamente en la renovación absoluta porque tendremos que acercar al priismo para tomar una decisión que nos definirá en los próximos años, hay una renovación estatutaria donde se cumplirá un periodo definido y con el cuál tendremos que saber qué liderazgo y qué perfil priista identifica ese vínculo generacional. Hemos tenido un liderazgo sólido, al menos en esta última etapa de la descomposición del partido, desde la abrupta y errónea designación de Enrique Ochoa como presidente Nacional, de ahí todo se vino abajo. ¿Cuál debe ser el papel que en estos momentos debe asumir el PRI, ahora desde el papel de la oposición pero frente a otros partidos opositores que tienen mayor fuerza política? -El escenario particular que tenemos en Puebla desafortunadamente es una situación trágica que resultó en un escenario de mucha confusión, ¿qué tenemos que hacer? reflexionar seriamente sobre la fuerza electoral con la que contamos actualmente y consecuentemente quien también pueda representar una nueva forma de tener una elección, que nos lleve a conservar la cantidad de votos que tuvimos en los pasados sufragios. Las condiciones ya no son las mismas, ya no tenemos margen para equivocarnos en plantear fórmulas que ya están desgastadas. Debemos buscar un candidato o candidata que pueda hacer vínculo entre la sociedad poblana que ha quedado desencantada de los primeros meses del gobierno federal y municipal, porque debo decirlo, sin ranciedades ni rencores, pero con objetividad. ¿Por qué el partido no ha reaccionado ante la derrota? -A muchos les conviene, ganan más en la derrota, sin duda, así de claro, hay quienes perdiendo el partido ganan ellos. Estamos pasmados porque no hemos tomado las grandes causas que son ahorita tan notorias, hablando a nivel municipal: el incremento tan violento que hemos tenido de la criminalidad en las colonias, ese despido masivo injustificado de aquellos que honestamente han desempeñado su papel en el gobierno, de los cauces de aquellas situaciones que actualmente nos tienen haciendo filas interminables para cargar gasolina, ya fue el tiempo suficiente para estarnos lamiéndonos las heridas; somos mucho más como partido político para poder saltar esa barda que nos han impuesto esos intereses mezquinos. ¿Hay algo de lo que te arrepientas de la campaña pasada? -Sí, el haber aceptado una planilla de regidores totalmente impuesta y debo decir muy claro, quien se ganó su lugar, siempre con un gran talento, fue Silvia Tanús, tiene todo mi reconocimiento y mi gratitud por lo que ella hizo como coordinadora de campaña. Los intereses que se manejaron dentro de una plantilla que no necesariamente representaban el enfoque social que yo quería de las colonias, fue algo de lo que me arrepiento no haber defendido más a fondo y amenazas de algunos actores, desafortunadamente la inercia de la política de campaña me llevó a conformar una planilla que no necesariamente tenía los mejores perfiles. |