Sin políticas públicas para incentivar la movilidad, la baja apuesta de los gobiernos locales por invertir en infraestructura de conectividad, y el creciente temor de los poblanos al usar los medios de transporte público, colocaron a 21 ciudades de Puebla con un nivel "Medio Bajo" en competitividad en la movilidad, situación que impacta en el desarrollo económico regional y planeación urbana.

Son los resultados del Índice de Movilidad Urbana (IMU), elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que se presentó este martes 29 de enero, y el cual otorga información referente a las opciones de transporte, el gasto de horas-persona que se pierden durante los traslados, así como los impactos que se tienen en la salud y medio ambiente.

Las 21 ciudades de Puebla fueron evaluadas junto 19 ciudades más de Tlaxcala, para dar un total de 40 regiones que conforman la zona Puebla-Tlaxcala. Para el caso de esta entidad se revisaron los casos de: Acajete, Amozoc, Chiautzingo, Coronango, Cuautlancingo, Domingo Arenas, Huejotzingo, Juan C. Bonilla, Ocoyucan, Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, San Felipe Teotlancingo, San Gregorio Atzompa, San Martín Texmelucan, San Miguel Xoxtla, San Salvador el Verde, Tepatlaxco, Tlaltenango, Santiago Miahuatlán y Tehuacán.

A nivel nacional se evaluaron 20 ciudades, las cuales integran 203 municipios; ninguna obtuvo una calificación con desempeño "Alto", no obstante, tres ciudades lograron un desempeño "Adecuado": Valle de México en el Estado de México, Saltillo en Coahuila y Guadalajara en Jalisco, al reportar buenas cifras en los siete índices evaluados.

En el rango nacional, la región Puebla-Tlaxcala se posicionó en el lugar 15 de 20, con un desempeño "Medio Bajo", al presentar bajas calificaciones en temas como: transporte seguro, eficiencia y transparencia gubernamental, regulación y políticas públicas, así como economía dinámica y competitiva.

Esto permite determinar que en Puebla, el entorno de seguridad pública en la movilidad es deficiente, ya que existe una alta percepción de inseguridad en los distintos medios de transporte, con el riesgo de estar involucrado en un percance vial, lo que impulsa la necesidad de cambiar los hábitos de transporte por miedo.

De igual manera, resultó reprobado el desempeño de los 21 gobiernos locales evaluados en Puebla, así como el manejo de los recursos públicos que estos han destinado al transporte e infraestructura de sus respectivas ciudades, esto de acuerdo con el IMCO, genera una percepción en temas como transparencia presupuestal y corrupción.

Tampoco observaron regulación ni políticas públicas en favor de la movilidad, hecho que incentivaría la movilidad eficiente, sobre esto destaca, que contrario a otras ciudades donde existen más de una ley sobre el tema, en Puebla, se revisó la Ley de vialidad, promulgada el 31 de diciembre de 2012.

En el tema de Accesibilidad e Infraestructura Urbana, la calificación fue "Medio Alto", si bien recibió buenas opiniones, no alcanza el nivel de satisfacción necesario para la población, esto involucra la disponibilidad, el estado y funcionamiento de la red de transporte público, mobiliario urbano e infraestructura vial, es decir, la percepción de los servicios de infraestructura para la movilidad.

En contraste, las ciudades poblanas también presentaron buenas calificaciones, con un desempeño "Adecuado", principalmente en el rubro de Contexto Urbano que mide la distribución de la población respecto a la dinámica de transporte; así como en Aire Limpio, que revisa las normas de la calidad del aire y emisión de contaminantes.