Mónica Díaz: Nadie sabe el número real de feminicidios en Puebla

Entre los problemas más grandes a los que se enfrentan las mujeres están la discriminación por sexo, falta de oportunidades y hostigamiento

Mónica Díaz: Nadie sabe el número real de feminicidios en Puebla
Aimeé Benitez | Mónica Díaz de Rivera, presidenta del Consejo Consultivo del Instituto Poblano de las Mujeres. Mónica Díaz: Nadie sabe el número real de feminicidios en Puebla

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En lo que va del año se han contabilizado nueve feminicidios en el estado de Puebla; entre los problemas más grandes a los que se enfrentan las mujeres están la discriminación por sexo, falta de oportunidades, hostigamiento, acoso y violencia sexual, reveló Mónica Díaz de Rivera, presidenta del Consejo Consultivo del Instituto Poblano de las Mujeres (IPM).

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, compartió el trabajo que como Consejo Consultivo realizan para mejorar políticas públicas, su formación, trabajo y objetivos, además de la situación en la que se encuentra la entidad por la violencia hacia las mujeres y la posibilidad de emitir una Alerta de Género. 

¿Qué hace el Consejo Consultivo?

-Hace exactamente 20 años, en 1999, fue creado tras una lucha de un grupo de mujeres plurales, idealistas, de partidos, académicas, de la sociedad civil para que se instalara primero el programa de la mujer como marcaba ya la ley.

Fue el primero en su tipo en la República, de hecho, muchas cosas a nivel nacional se toman del modelo Puebla.

La sociedad y en este caso yo, con muchas mujeres, todas muy luchonas, empezamos a empujar para que nos abrieran espacios. En el sexenio de Manuel Bartlett Díaz, en marzo de 1999, se crea el instituto con la finalidad de transversalizar la perspectiva de género en todas dependencias del Gobierno del Estado.

¿Fue difícil?, ¿cómo ha cambiado?

-Independientemente de la violencia que estábamos viviendo en ese tiempo, el Instituto tiene dos misiones fundamentales: la atención a la violencia de las mujeres y la asesoría jurídica y legal.

Este instituto ha cambiado conforme a los gobiernos, algunas veces trabaja más, otras menos; pero en aquel nefasto 2006, cuando se viene el problema del exgobernador Mario Marín, las consejeras renuncian y lo abandonan y creo que eso es importante, porque tuvieron que pasar 13 años para que volviéramos las mujeres de la sociedad civil a tomar nuestros lugares.

¿Quiénes conforman el Consejo Consultivo?

-Mujeres representantes de organizaciones civiles. Obligatoriamente por ley, la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso y todas las que buscamos la igualdad sustantiva y darle seguimiento a los trabajos que se hacen.

Está formado por feministas, salvo una compañera exmagistrada, todas somos feministas militantes en nuestras organizaciones, mujeres que damos la lucha todos los días en distintas áreas, en derechos sexuales y reproductivos, en políticas públicas, en comunicación, en fin.

¿Es un trampolín político?

-Trabajamos para que el IPM no sea un trampolín político, porque ponen a una mujer, esa mujer tiene intereses particulares y cuando se va a acercar la elección, las mujeres son lo de menos. No se trata de sólo ser mujer, pues tener cuerpo de mujer no es la única garantía para sentarse ahí, hay que prepararse, hay que saber de políticas públicas, de perspectiva de género, de entender la violencia y el porqué nos están matando.

¿Las mujeres exigen sus derechos más que antes?

-En todo el mundo ya no estamos dispuesta a dar un paso atrás. Están saliendo a la calle en búsqueda de la igualdad, cosa que en México todavía no pasa de manera masiva. Tenemos una cultura muy conservadora no sólo en Puebla. En Europa, las mujeres salen a la calle y exigen sus derechos, sobre todo la no violencia y que no nos estén matando, porque pareciera que este asunto de los feminicidios es sólo de aquí, y no.

Alcanzamos puestos de poder, sin dependencia económica, seguridad y empoderamiento y eso no gusta. Luchamos contra miles de años de patriarcado.

¿Se avanza en el tema de la violencia?

-Sí, hemos avanzado. Que muchas jóvenes estén aquí es por el trabajo de otras que nos antecedieron y dieron batalla para que pudiéramos tener un espacio; y el Instituto tiene también esa función, hay trabajo que estamos haciendo como consejo. Por primera vez estamos en el Sistema Estatal contra la Violencia a las Mujeres y nos pusieron a nivel de gabinete con voz y voto. Empezamos a incidir en la política pública de salud, educación y en las dependencias que deben velar por ellas.

¿Cómo puede incidir el Consejo para que se emita la Alerta de Género?

-Desde el Consejo podemos apoyar al grupo de trabajo para que se emita; el gobierno cumple los requisitos dentro de lo posible porque además la coyuntura no está bien. El gobierno tiene el 1 de febrero como límite para presentar avances sobre la Alerta de Género. Se están cumpliendo prácticamente todos (…) en lo personal veo lugares que tienen la alerta como Veracruz y eso no quiere decir que disminuya.

Es un mecanismo administrativo creado para alertar a gobiernos, pero si esa alerta viniera con recursos para iluminar ciertas calles, tener cámaras de seguridad o atender que las mujeres puedan salir a divertirse en la noche, sería diferente. También es trabajo del instituto velar porque se cumplan esos requisitos que los grupos de trabajo demandan para la Alerta, pero viene de la Federación, de la Secretaría de Gobierno y no viene con recursos.

 ¿Cómo cerramos el año pasado en número de feminicidios?

-No sabría decirte, porque apenas los estamos contabilizando, pero en lo que va del año son nueve. El Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) lleva un conteo; además, este año el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem) llevan uno de los casos en medios y desaparecidas, porque checamos con el Tribunal, con la Fiscalía y las organizaciones si en verdad son esas mujeres. Nadie sabe el número real.

¿A qué otros problemas se enfrentan las mujeres poblanas?

-A la discriminación por sexo, a la falta de oportunidades en determinados trabajos, al hostigamiento y el acoso; el año pasado luchamos mucho, el Instituto tuvo que ver con que se sacara esta Ley de Acoso Callejero. 

Problemas también de violencia sexual, esta idea de que las mujeres que salimos en la noche pues "nos la buscamos" y tenemos derecho a salir en la noche, pero culturalmente tenemos que ser dulces y abnegadas y es cuando revientan, pero no es culpa de ellos (hombres) es también lo que vienen arrastrando, por eso el IPM empieza a meterse en temas de masculinidades.

Estamos pidiendo al gobernador interino (Guillermo Pacheco Pulido) que cumpla, el problema está ahí y entiendo que está el huachicol, los narcos, pero en el huachicol y el narco algo malo se hizo, pero la mujer muere normalmente en manos de quienes le dicen que la aman, y el gobierno tiene que ocuparse de este asunto.