Jiménez Merino: Puebla, una prioridad electoral para el PRI

Reconoce que se tiene un panorama desolador para el partido que es también la tercera fuerza política

La confianza está, asegura Alberto Jiménez Merino al ser cuestionado sobre si existe el apoyo de las dirigencias nacional, estatal y de la militancia priista a su candidatura a la gubernatura en el proceso extraordinario de Puebla.

Reconoce que se tiene un panorama desolador para el partido que es también la tercera fuerza política y reafirma que logrará un triunfo sólo de la mano y con el respaldo de todos los priistas. Sobre esto platicó con El Popular, diario imparcial de Puebla:

¿Cómo recibe la candidatura?, es una aspiración que tenía desde hace tiempo.

-Primero con agradecimiento a la dirigencia nacional por la nominación, y segundo con una gran responsabilidad. Es un reto sobre todo cuando vemos que el PRI es la tercera fuerza del último proceso electoral; sin embargo, en todo este trayecto donde mis compañeros Enrique Doger, Lorenzo Rivera y Ricardo Urzúa nos comprometimos a ser unidad y a responsabilizarnos. Tuvimos la oportunidad de ponernos de acuerdo, y al no lograrlo le pedimos al Comité Ejecutivo Nacional que lo hiciera, pero siempre comprometiéndonos a que quien resultara tendría apoyo de los otros tres. Es un reto importante que con mucha pasión y dedicación vamos a atender.

Llega la candidatura en el peor momento del PRI, ¿no es así?

­-Sin duda es una situación muy difícil, pero desde la infancia hasta llegar a la Universidad Autónoma de Chapingo, donde tuve la fortuna de ser rector, siempre han sido condiciones adversas, siempre hay que poner el extra, hay que hacer un esfuerzo y así lo quise. Así lo decidí, porque me parece que la lealtad y compromiso con la sociedad deben estar por encima de cualquier aspiración individual.

¿Es Alberto Jiménez un candidato cómodo? ¿Teme acuerdos del PRI con otros partidos?

-Quedó muy claro en el Comité Ejecutivo Nacional que vamos a participar de verdad, que no hay compromiso con ningún partido, confío en eso; y en cuanto a comodidad o no, hay quienes dicen que uno es tibio o temeroso, pero el valor no se demuestra gritando u ofendiendo. Al final cada uno tiene sus convicciones. Esos juicios de que si es cómodo o no, ya se verá, pero a los 60 años es muy difícil que yo pueda simular qué hago y qué no. Mi trabajo siempre ha sido visible.

¿Cuenta con apoyo de sus compañeros? ¿Hay respaldo?

-Por supuesto, partimos de que todos éramos diferentes, cada uno tenía algunos atributos y fortalezas; siempre supimos que ninguno por sí solo podía ganar, nos necesitábamos todos y así quedó claro. Cuando llegamos al punto de solicitar la intervención del Comité Ejecutivo Nacional ya nos habíamos comprometido.

Yo confío siempre, he apoyado a mis compañeros y compañeras cuando han sido nominados; ahí he estado, he sido el primero en felicitarlos, incluso renuncié a Sagarpa para apoyar a mi amiga y compañera Blanca Alcalá, quemando las naves. Renuncié para proteger a la institución porque ya se empezaban a dar denuncias de posibles malos manejos. De ninguna manera lo aceptaré, bajo ninguna circunstancia.

¿Cómo fue el diálogo con Claudia Ruiz Massieu, luego de que fue crítico sobre el nulo apoyo de las dirigencias nacional y estatal en los últimos procesos electorales?

-Estuvieron cinco secretarios del Comité Ejecutivo Nacional, y en las últimas reuniones la propia presidenta, que ha dado muestras de una gran apertura, de una intención de hacer las cosas distintas. Tan es así que se promovió y se aprobó que la renovación de la dirigencia sea por consulta directa; con eso lo que buscamos es ir a encontrar a los militantes. Sobre el grupo Renovación, lo que se pedía fue la renovación de la directiva en funciones, porque ya se había vencido desde septiembre. De ahí en fuera, siempre buscando la apertura, que afortunadamente se está dando.

¿Qué piensa Alberto Jiménez Merino de la lealtad?

-La lealtad la vida la paga. A veces se tarda. Yo tuve oportunidad de apoyar un día a un candidato a rector, un señor que se llamaba Hugo Ramírez Maldonado, perdió; ahí estuve con él, volvió a participar dos años después, volvió a perder y ahí estuve con él; volvió a participar dos años después, ganó y estuve con él. Y cuando llegó, a los pocos meses hubo renunció para ir a otra responsabilidad. Yo ya era secretario general académico y el Consejo Universitario me nombró rector de la Universidad Autónoma de Chapingo.

Siempre pensé que mi amigo debía ser rector por su formación y experiencia, y a mí la vida en sólo 6 años me pagó haciéndome rector. Y eso es lo que les digo a los jóvenes: no hay nada sin esfuerzo, no hay cosas fáciles, todo requiere de un esfuerzo, de disciplina y sobre todo de lealtad. Las ambiciones nunca han sido buenas.

Mario Marín persigue al priismo en Puebla, más para quienes formaron parte de su gabinete, ¿hay preocupación porque lo vinculen con él?

-Todo el mundo tiene libertad de etiquetar como le dé su gana a las personas. Yo he trabajado para el gobernador Manuel Barttlet, aun sin estar en su gobierno y sin cobrar un centavo con un programa de desarrollo de la Mixteca; participé con Melquiades Morales como secretario de Desarrollo Rural. Ahí tuve la oportunidad que me dio la CNC de ser presidente, diputado federal y coordinador de diputados. Luego tuve la oportunidad de volver a ser secretario con Mario Marín y luego diputado federal. Saquen sus conclusiones de qué etiqueta es la que mejor rime y con esa nos quedamos.

Participé también en el gobierno del presidente Enrique Peña como delegado de Sagarpa, como director de la Comisión Nacional del Agua y antes como director de Atención a Productores en la Financiera Nacional de Desarrollo. Lo más importante es el trabajo de resultados y honestidad, que es lo que sí podemos vender y compartir.

¿Cómo evalúa a la competencia?

-Para mí todos son personas importantes que merecen mi respeto; normalmente no me distraigo en opinar sobre ellos cuando no tengo algo bueno qué decir; siempre me quedo callado, pero también reconozco capacidades. Lo que hoy nos preocupa es unir a la militancia priista, a los simpatizantes, convencer a la sociedad y no tanto lo que estén haciendo en otros lados, porque lo que más importa es lo que podamos hacer nosotros en favor de Puebla. Bienvenidos a la contienda todos aquellos que tengan esa responsabilidad en sus institutos políticos y siempre diré una cosa: que gane el mejor, aquel que tenga las mejores propuestas y que la gente vea y sepa que puede tener mejorías en su condición de vida.

¿Qué nivel de prioridad para el PRI es la elección en Puebla?

-Allá escuché que es prioridad alta por la situación extraordinaria, y además porque es uno de los padrones electorales más grandes de las entidades que tienen proceso. Vamos con todo lo que esté a nuestro alcance legalmente.

¿O sea que vienen con todo?

–Vamos con todo lo que esté legalmente a nuestro alcance; con propuestas en unidad en bien de la sociedad que nos dio la espalda en el último proceso electoral y se quedó con una percepción de corrupción que acompaño a la última administración federal.

Sectores que han sido priistas, como la CTM y que estuvieron coqueteando con otros partidos, ¿ya le llamaron?

–Hay de todo, con la mayoría ya hemos hablado y con los demás lo haremos en los próximos días. Respeto que algunos no quieran hablar conmigo, yo lo único que ofrezco es mi mano amiga y mi compromiso de trabajar con la certeza de que nunca me he beneficiado personalmente de alguna circunstancia que me pudiera avergonzar.

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