Mario Marín, el fantasma que recorre Nativitas

Un fantasma, dicen las creencias populares, es un sentimiento que se suspende en el tiempo, una idea condenada a repetirse. Si eso es un fantasma, uno de ellos recorre el pueblo de Nativitas Cuautempan, el del exgobernador Mario Marín Torres.

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Pese a que no le ven desde hace seis meses, según los dichos de un grupo de habitantes de la comunidad, la mayoría prefiere guardarse sus comentarios sobre el paradero del exmandatario y de su condición jurídica, por miedo.

A decir de los paisanos del exmandatario, éste aún posee poder en la región, no sólo en el pueblo. Además, expresaron su inquietud de sufrir represalias por parte de la familia y sus operadores políticos.

-¿Sabe dónde anda Mario Marín. ¿Alguien lo ha visto en algún lado?-, se le cuestionó a una vecina del extitular del Ejecutivo.

-¡No me pregunte eso. No me quiero meter en problemas!- Respondió, y de inmediato corrió para evitar una fotografía.

-¿Desde cuándo no lo ven en la comunidad?-, se interrogó a otra persona.

-Mire, aquí todos nos conocemos y todos sabemos quién dice qué de los demás. Y la verdad es que, aunque vivo en la otra calle, pues tengo un hijo, me conocen. Mejor no quiero comentar nada porque se me van a echar encima-, afirmó.

-¿Por qué mucha gente no quiere comentar nada sobre Marín, sobre su orden de aprehensión?-, se le preguntó a una señora que pasaba frente a la casa del exgobernador.

-El señor Marín no ha venido, pero no hace falta. Si habla uno mal de él, se entera y manda gente a poner quietos a los que se pasan; todavía tiene mucho poder. Y eso es lo que le puedo decir," aseguró.

Las calles de Nativitas Cuautempan lucen solitarias, apenas un par de personas caminan por la Avenida Juárez cada 15 minutos.

Las oficinas de la presidencia auxiliar se encuentran abiertas, pero sólo con el titular y su secretaria; el inmueble luce vacío.

Los que salen de sus casas y ven a una persona con cámara fotográfica prefieren regresar a sus viviendas.

La mayoría declina las peticiones de entrevistas, para "no enfurecer" a Marín y "evitar represalias".

-No me tome fotos por favor, no me pregunte de eso porque no podemos hablar. Mejor así que quede-, mencionó una mujer, para después seguir su camino con dirección a la presidencia auxiliar.