Predominan las descalificaciones, faltaron propuestas en debate
Este 19 de mayo, los candidatos se midieron en un único encuentro para la gubernatura de Puebla
En el debate entre candidatos al gobierno del estado privilegiaron los ataques por corrupción, fraude, robo y hasta incapacidad para gobernar por salud, por encima de las propuestas para la entidad. Durante más de 100 minutos Miguel Barbosa Huerta, de Morena, PT y PVEM; así como Enrique Cárdenas Sánchez, del PAN, PRD y MC, intercambiaron señalamientos de los que se originó un reto.
El panista, en el momento más álgido del encuentro, demandó a su contendiente morenista que si le demuestra que su patrimonio es mal habido, renunciaría a la candidatura. Por el contrario, dijo Cárdenas, si le demostraba a Barbosa que él tiene una fortuna inexplicable, debía abandonar la campaña. También lee: Gobierno estatal y federal deben apegarse a la imparcialidad: INENo obstante, Barbosa tildó de corrupto, defraudador y hasta llamó "fichita" a su contraparte del PAN, al que acusó de no realizar campaña y hurtar las prerrogativas para la obtención del voto. "El candidato del PAN llega al debate derrotado, no hizo campaña y resultó muy flojo; hoy viene a hacer guerra sucia y a difamar, no conoce el estado, no es confiable, y sabemos todo lo que ha hecho; es una fichita el señor," dijo. "(Cárdenas) es flojo y no hizo campaña, se quedó el dinero de la campaña, ha defraudado al fisco y al Conacyt y se volvió un vividor," agregó el morenista. El panista aseguró que Barbosa es corrupto y opaco, pues desde el primer momento de campaña le pidió que explicará el origen de sus bienes y se opuso.
Advirtió que por eso quien no puede justificar de dónde proviene su patrimonio, no puede gobernar la entidad, y sostuvo que de elegir a su contrincante le ponen la chequera con la firma para que se enriquezca más. En el tiempo de duración del encuentro, entre los dos abanderados hubo un intercambio de cuestionamientos, en el que pocas veces participó el priísta Alberto Jiménez Merino. Cárdenas fustigó a Barbosa porque a su consideración habló de los indígenas como objetos, pero el morenista le reviró y sostuvo que el exrector universitario carece de calidad para hablar de pueblos originarios, por ser fifí y "neoliberal". Los señalamientos se concentraron en los bienes de ambos; por ejemplo, cuando Miguel Barbosa aseguró que un hotel propiedad de Cárdenas le costó más de 100 millones de pesos.
En tanto, el blanquiazul manifestó que la casa que el candidato de Morena compró a un expresidente de México asciende a 70 millones de pesos. Jiménez Merino también participó en los ataques, aunque en menos ocasiones; los dos primeros señalamientos los emprendió contra Barbosa, lo que le valió que lo acusaran de "hacerle el caldo gordo a la derecha".
El tricolor afirmó que el morenista formó parte del morenovallismo y exhibió una fotografía en la que el candidato aparece al lado del exmandatario Rafael Moreno Valle Rosas. En su defensa, Barbosa le pidió a Jiménez Merino que mejor fuera a la Fiscalía y declarara dónde se encuentra su "mentor" Mario Marín Torres. |
