Negociarían un puesto en el gabinete para Claudia Rivera

Miguel Barbosa Huerta y su equipo compacto analizan opciones para reestructurar el aparato gubernamental en el municipio de Puebla, que incluye la salida de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco o, en su caso, intervenir la administración con perfiles en puestos clave.

Al interior del primer círculo del poder, que gobernará a partir del 1 de agosto, se planteó como indispensable la implementación de una estrategia para fortalecer el trabajo del gobierno de la capital.

Un grupo sugirió que la alcaldesa sea invitada a ocupar un cargo en el gabinete a cambio de que la posición vacante, en Palacio Municipal, quede en manos de una persona de confianza de Barbosa Huerta.

Esa alternativa consiste en que el próximo mandatario anunciaría a Claudia Rivera como titular de dependencia, por lo que de aceptar, la obligaría a presentar solicitud para separarse del cargo de manera indefinida.

Además negociarían que la suplente asuma una posición, para que sea el Congreso del Estado quien designe a un edil sustituto.

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La idea aún no es aprobada, ya que implica una maniobra que en su momento implementó Rafael Moreno Valle para imponer a Luis Banck Serrato a la salida de Antonio Gali Fayad, ante su postulación como candidato al gobierno estatal.

El grupo compacto de Barbosa cree que es un plan arriesgado debido a la nula legitimidad con la que llegaría a Palacio Municipal una nueva alcaldesa.

La segunda opción que se estudia entre el próximo mandatario y su equipo cercano consiste en asumir el control de la administración municipal de Puebla.

Claudia Rivera se mantendría al frente para concluir su periodo hasta 2021, pero en un acuerdo político, Miguel Barbosa decidirá cambios en por lo menos tres posiciones claves del gobierno de la ciudad: Gobernación, Seguridad y Secretaría General.

La idea de la revocación de mandato que impulsa el PAN en el Congreso local quedó descartada momentáneamente, ya que implica un revés político para Morena, afirman miembros del grupo de Miguel Barbosa.

El procedimiento consiste en destituir a la alcaldesa por malos resultados, y pese a que el equipo del candidato los observó en una evaluación, advierten que daña más de lo que resuelve.