De los 22 estados mexicanos que registran policías muertos durante el ejercicio de sus funciones, Puebla se encuentra en el séptimo lugar, con 11 bajas en los primeros seis meses de este año.

Según datos oficiales y hemerográficos que consigna la organización civil Causa Común, una organización conformada por investigadores, asociaciones civiles y ciudadanos dedicados al estudio de la seguridad en México, en lo que va de 2019 al menos 177 elementos de seguridad pública en México fueron asesinados durante combates o por causas relacionadas con su ejercicio policial.

En el caso de Puebla, de los once policías de quienes se tiene registro de su deceso, siete perdieron la vida durante enfrentamientos con bandas relacionadas al robo de combustible e investigaciones ligadas a este ilícito.

Además, dos policías murieron durante acciones para confrontar a bandas de robo; uno más perdió la vida durante una emboscada al ejecutar una orden de aprehensión, y otro durante un operativo para liberar a un grupo de personas que habían sido secuestradas.

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Puebla es uno de los estados del país donde los policías ganan un salario menor al promedio nacional, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad, y también donde más elementos ponen en peligro su vida.

De acuerdo con Causa Común, en 2018 y lo que va de 2019, 40 policías han sido asesinados por bandas criminales.

En México, el estado que registra mayor número de policías muertos en lo que va de 2019 es Guerrero, con 17 homicidios; seguido de Chihuahua y Guanajuato con 16; Michoacán y Estado de México con 14 en cada entidad; Jalisco con 12 y Puebla con 11 casos.

De los policías que han muerto hasta ahora, sólo uno fue asesinado en la capital poblana, y el resto en municipios donde se registra una alta incidencia de delitos relacionados con el robo de combustible.

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Los decesos

El 14 de enero, Rafael Alvarado Martínez fue atacado junto con otros dos elementos de la Policía Federal por un grupo armado en el municipio de Huixcolotla y perdió la vida por una lesión de bala en la cabeza.

El 10 de febrero, personas armadas asesinaron a balazos al comandante de la Policía del municipio de Los Reyes de Juárez, Diego Hernández, y al oficial Fabián Velázquez. De acuerdo con un reporte policíaco, el ataque ocurrió a primera hora de la mañana, cuando el mando y los elementos de la corporación realizaban el cambio de turno.

El 16 de febrero, sujetos armados que pertenecen a una banda dedicada al robo de vehículos asesinó a Jorge Sánchez, policía municipal de Yehualtepec, y otro uniformado también fue herido.

El 13 de abril, Daniel Aguilar fue emboscado junto con otros agentes de la Agencia Estatal de Investigación, cuando llegaron al municipio de Jolalpan para cumplir una orden de aprehensión en contra de un hombre acusado de diversos homicidios cometidos en la región sur de Puebla.

En este evento tres policías más resultaron heridos, pero fue Daniel Aguilar quien perdió la vida.

El 15 de abril, Omar de Lázaro Hernández falleció después de ser baleado durante el combate para intentar frustrar el robo de un cajero automático en el municipio de San José Chiapa.

El 26 de abril fue asesinado de varios impactos de bala Renato Rojas, integrante de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), quien contaba con un par de décadas laborando en la FGE.

El 28 de abril, un comando baleo y asesinó al comandante Antonio Bartolomé en el municipio de Acatzingo.

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El 2 de junio, durante las elecciones extraordinarias para elegir gobernador en Puebla, los policías municipales de Ahuazotepec, Negrete López y Herminio Gutiérrez, fueron abatidos durante una balacera en una escuela donde habían instalado una casilla electoral.

El 6 de junio, Eusebio Pozos perdió la vida durante un operativo para rescatar al presidente municipal de Huehuetlán el Grande, quien junto con su esposa y trabajadores del Sistema DIF Municipal fueron secuestrados por un grupo armado.