Pasajeros viajan en unidades inseguras y obsoletas

Luego del amago de un paro generalizado de los transportistas, las personas se preguntan si el alza en el pasaje mejorará el servicio

Pasajeros viajan en unidades inseguras y obsoletas
Karen ROJAS | Gran parte de las unidades está en pésimas condiciones. Pasajeros viajan en unidades inseguras y obsoletas

La frecuencia con la que pasan las rutas, la velocidad a la que recorren el trayecto, la prudencia al manejar y la falta de amabilidad de los conductores son algunas de las quejas más frecuentes de los usuarios.

Luego del amago de un paro generalizado de los transportistas, las personas se preguntan si el alza en el pasaje se verá reflejada en un mejoramiento del servicio, considerando el estado físico de las unidades, su seguridad a bordo y la concentración de las concesiones.

Los usuarios, los más vulnerables

En Puebla, de acuerdo con el Inegi (2015), 26 por ciento de la población utiliza el transporte público para ir a la escuela, mientras que 28 por ciento lo hace para acudir al trabajo.

Es decir, entre dos y cuatro de cada diez personas que salen de sus hogares para realizar actividades cotidianas como estudiar o trabajar están expuestas, pues a decir del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se registraron en la entidad 202 robos en el transporte público colectivo durante los primeros cinco meses del año, 167 de ellos con violencia.

En comparación con el mismo periodo del año anterior, el robo a transporte público en la entidad aumentó 137 por ciento, mientras que el robo con violencia lo hizo en 135 por ciento.

El impacto de la incidencia delictiva se refleja no solamente en los testimonios de los pasajeros, sino en la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad, siendo Puebla la quinta entidad con mayor sensación de inseguridad en el transporte público (68.1 por ciento).

Ante esta situación, en el Ayuntamiento de Puebla empieza a considerar la idea de llamar a la recién inaugurada Guardia Nacional, incluso desplegándola de forma permanente para que frene el alza en los delitos de alto impacto.

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El costo

El trámite para la elaboración de un estudio de ampliación del parque vehicular en una ruta del servicio púbico, por ejemplo, tiene un costo de 8 mil 620 pesos; mientras que para un dictamen técnico en la materia deben considerarse 3 mil 475 más. Lo anterior resulta muy conveniente para los concesionarios, ya que pueden registrar una gran cantidad de unidades que bien podrían tener más de diez años en servicio.

Según refería el secretario de Infraestructura, Movilidad y Transporte (SIMT), Antonio Peniche García, al menos 30 por ciento de las unidades de transporte público (10 mil 200) necesitan modernizarse; en la capital, alrededor de 200.

Cabe mencionar que aún tras la puesta en operación de la Línea 3 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), servicio de alta capacidad que tenía la intención de mejorar la calidad del transporte público (substituyendo algunas rutas inclusive), la SIMT decidió no cancelar ninguna concesión; se optó más bien pormodificar su trayecto de forma parcial.

¿Y si se subsidia el servicio?

A nivel nacional, sólo los sistemas de transporte cuya dirección está ligada a la administración pública -como la RUTA o el Metrobús de la Ciudad de México-, reciben subsidios significativos. En algunos estados como Tamaulipas, el apoyo a los concesionarios está dirigido sobre todo a descuentos fiscales, como en el pago por expedición, reposición o canje de placas.

En Jalisco, por otro lado, se entregan 60 mil pesos por unidad, siempre y cuando se migre de un esquema hombre-camión a ruta-empresa, una opción para el gremio de transportistas de Puebla y el gobierno del Estado, si lo que se quiere es transitar, como sugiere el Observatorio de Movilidad Urbana (OMU) latinoamericano, hacia un modelo de transporte digno y eficiente.