Alfareros enfrentan reto de subsistir y dar vida a la zona
Los tradicionales alfareros del barrio de La Luz luchan para mantener vigente la práctica artesanal que tiene alrededor de 300 años de antigüedad
Con una producción de 600 mil piezas al año, los tradicionales alfareros de La Luz luchan para subsistir y mantener vivo a su barrio. Esta práctica artesanal tiene alrededor de 300 años de antigüedad y se mantuvo vigente después de la Independencia y la Revolución. Actualmente se integra un centro familiar y da empleo a 50 personas. El presidente del Centro Alfarero del Barrio de la Luz, Arturo Flores Cano, explica que integran la sexta generación de artesanos. Sobre sus manos recae la responsabilidad de la elaboración de 3 mil piezas diarias de barro, 200 mil en la temporada de Día de Muertos, y en general, 600 mil al año. Por cuenta propia, dice, han peleado por la creación de un corredor artesanal para continuar la tradición y mantener vivo al barrio, pero se sienten timados por los gobiernos en turno. “Desde hace muchos años hemos peleado por la creación de un corredor artesanal, pero las autoridades siempre nos engañan; administraciones vienen y van y nada de apoyo.” Lee el reportaje completo
“Vienen (los políticos) a tomarse la foto, a ofrecernos apoyo y nos engañan,” añade. Flores Cano afirma que en ciudades como Guadalajara, Michoacán y Guanajuato sí cuentan con un corredor de venta de artesanías. El proyecto de los alfareros lleva 10 años y consiste en generar un polo de atención turística que incluya la producción de sus piezas, la creación de un museo vivo con visitas guiadas para turistas nacionales y extranjeros, donde puedan observar la elaboración de los productos de barro. Incluso, dice, eso permitiría que conozcan el horno de 200 años de antigüedad y, adicionalmente, representaría un aliciente para la exportación de sus piezas. Aunque en la administración municipal anterior se intentó establecer recorridos guiados para la llegada anual de 20 mil turistas, la desorganización de las líneas de autobuses, el tiempo limitado de los recorridos y la paulatina ausencia de los turistas obligó a cancelar el proyecto.
“El sismo del 19 de septiembre 2017 dañó el horno de 200 años de antigüedad, y para su restauración se requieren 100 mil pesos; sin embargo, las autoridades no han querido invertir.” |