Cáncer de mama, una lucha por vivir

Silvia Molina comparte su historia, quien destaca que es más importante vencer las adversidades emocionales

Este 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, enfermedad que mantiene en una constante pelea a miles de mujeres.

Es el caso de Silvia Molina, de 52 años, quien cuenta que la lucha por la vida no conoce fronteras.

Silvia tenía 47 años cuando le detectaron cáncer, ante este escenario se mudó con su pareja de Veracruz a la capital poblana, pues no quiso perder la vida como otras mujeres de su familia, y con el apoyo de su esposo terminó su tratamiento en el Instituto Mexicano de seguro Social.

“Hay dos opciones, quieres que te quite una parte del seno o quieres que te quite todo,” le dijeron los doctores a Silvia, para sentirse segura eligió que le cortaran toda la mama.

Finalizado el tratamiento, atravesó una etapa de crisis emocional, donde consideró que utilizaría la prótesis por el resto de su vida; no obstante, en los próximos meses le indicaron que había la opción de regenerar la mama.

Incluso, la depresión le hizo pensar que iba a morir cuando le detectaron el cáncer.

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La depresión me hizo pensar que iba a morir

"Cuando me dijeron que tenía cáncer fue muy difícil para mí, me pasé tres días en casa llorando, después de estos tres días me levanté, me arreglé y no me dejé vencer".

Magdalena Torres, de 53 años, nos confiesa que cuando le detectan cáncer pensó en que moriría, sin embargo, logró superarlo con el apoyo de su familia. Su objetivo era pelear pues estaba convencida de que podría vencer la enfermedad.

"Si me voy a morir, pues no va a ser fácil, voy a dar una batalla y a ver qué pasa, vine a la cirugía y me dijeron que toda la mamá ya estaba invadida de cáncer", ante esa noticia Magdalena admite que fue difícil pues su autoestima estaba por los suelos al no tener una mama y ver la pérdida de su cabello, pero con las palabras de aliento de su familia poco a poco recobró la fuerza y confianza en sí misma.

Apoyo para combatir la baja autoestima

Para abatir la inseguridad en el paciente que tiene cáncer y que ha perdido la autoestima, la CANIPE (Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos) se encarga de brindar un paquete de maquillaje especial para cada paciente que incluye pintura para las cejas, sombras para el rostro y una peluca.

El doctor Rafael Ruiz, cirujano plástico del hospital del Instituto Mexicano de seguro Social de Puebla, reveló que en 2005 inició el programa de reconstrucción de senos para las pacientes que perdieron esta parte del cuerpo por cáncer de mama.

El doctor indicó que la cirugía para reconstruir los senos puede hacerse al momento de la mastectomía o se puede hacer después de que las incisiones de la mastectomía hayan cicatrizado y la terapia del cáncer de seno se haya completado.

Esta última puede ocurrir meses o incluso años después de la mastectomía.

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En una etapa final de la reconstrucción del seno se pueden volver a crear un pezón y una aréola en el seno reconstruido.

Como prueba de que el proyecto es exitoso nos cuenta el caso de Carolina Álvarez, de 44 años, quien relata que además de perder el pelo de todo el cuerpo, también perdió la mama.

"Todo comenzó con una pequeña bolita del lado izquierdo de mi seno, al principio dije no, no puede ser cáncer, es una negación total, fue algo triste e incómodo" describe Carolina, pero con el tiempo se dio cuenta que esta enfermedad es un proceso de resistencia.

"Después de que han pasado todos estos años y veo una persona que está pasando el mismo procedimiento para yo pasé en quedarse peleona, sin cejas, sin pestañas y sin pecho, yo la veo y me le acercó y le digo 'no te preocupes vas a estar bien, yo pasé lo mismo que tú"

Ahora que Carolina ha superado la enfermedad se siente dichosa de poder vivir con su familia, y le recuerda a quienes atraviesan por esta situación que lo importante es la actitud: "Yo procuré verme al espejo y decir, ya no está mi pecho, pero estoy aquí, el seno se fue y se fue la enfermedad, verme peleona, sin cejas es ver un lienzo en blanco, y podía pintar lo que yo quisiera, de mi dependía, (...) según yo no me afectaba mirarme al espejo, pero inocentemente fui separando toda la ropa con escote, porque ya no me proponían” Esto también lo pudo superar gracias a la reconstrucción de mamá, pues a decir de ella logró volver a tener una vida normal, donde podía convivir con su familia sin tener que usar la prótesis.

Fotos de KAREN ROJAS

 

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