Pan de muerto: una tradición centenaria

Con base en rituales prehispánicos, el pan de muerto comenzó a prepararse como tal durante la Conquista.

Pan de muerto: una tradición centenaria
Agencias | La forma circular del pan de muerto representa el ciclo de la vida y la muerte Pan de muerto: una tradición centenaria

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La tradición del pan de muerto, que se mantiene como una de las características más típicas en la celebración del Día de Muertos en México, tiene sus raíces en los tiempos de la Conquista, y está basada en una tradición prehispánica.

Las poblaciones ancestrales de lo que hoy es México realizaban rituales de ofrenda a los dioses. Estas ceremonias religiosas incluían el sacrificio humano en la espera de una variedad de consecuencias, como la lluvia, la cosecha, y el contrarresto de las tempestades.

Se dice que cuando se sacrificaba a una princesa, a ésta se le arrancaba el corazón como parte del ritual de ofrenda, y el corazón era hervido en una olla de barro con amaranto. Luego de esto, quien estaba a cargo del ritual mordía el corazón como un acto de agradecimiento a los dioses.

 

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Con la Conquista, hubo un fuerte rechazo por parte de los españoles a esta tradición, por lo que esta sufrió un cambio: se empezó a trasladar la ritualización antropofágica hacia la elaboración de un pan en forma circular pintado de rojo con azúcar, simbolizando la sangre de la doncella sacrificada.

Esta tradición se mantiene hasta el presente, siendo ésta más fuerte en el centro y sur del país, existe una variedad de esta comida típica, que cambia de estado a estado.

En Puebla, es tradicional que el pan de muertos venga cubierto con semillas de ajonjolí, aunque también se consume el pan cubierto de azúcar solamente.

En la ofrenda de Día de Muertos, altar tradicional que se realiza en memoria de los finados, se suele ubicar cuatro panes de muerto como símbolo de los cuatro puntos cardinales.

El pan se elabora con hojaldre, y en su superficie se incluye ejes verticales, denominados “canillas”, simbolizando los huesos del fallecido, y un círculo pequeño en medio, que simboliza el cráneo.

La forma circular del pan en el presente tiene que ver con el ciclo de la vida y la muerte. La ofrenda es un importante elemento dentro de la tradición de Día de Muertos, que es considerada una de las fiestas más importantes en el país.