[Fotorreportaje] Barro policromado, legado de la cultura mixteca
Puebla es reconocida a nivel internacional gracias a esta artesanía elaborada por izucarenses, quienes dejan ver en sus piezas las más finas expresiones
El barro policromado es una de las artesanías que mejor representan a Izúcar de Matamoros. Grandes artesanos han llevado el nombre de este municipio, enclavado en la puerta de la Mixteca, más allá de las fronteras. Puebla es conocida a nivel internacional gracias a este arte popular, que involucra la mente, el corazón y la destreza de los artesanos y que deja ver las más finas expresiones de color. Élfego Vázquez Piedra es uno de los artesanos de barro policromado más reconocidos, por sus grandes obras que hacen alusión a la muerte. Destacó que desde hace más de 200 años los izucarenses han confeccionado, de generación en generación, las piezas que después se utilizan en actividades religiosas. Lee: Puebla capital registra más de 2 mil 500 robos a negocio en 2019 “Primero se imagina la pieza, ya sea a partir de una idea propia o de la sugerencia de un cliente; luego se esculpe en el barro, se deja secar y se hornea a unos 800 grados Celsius, para posteriormente darle colorido, donde las grecas más finas hacen de la figura un arte único. Cada pieza es original y no hay otra igual,” explicó Élfego Vázquez. Pueden hacerse desde las piezas más sencillas, como mariposas, libélulas, ranas o un perro cadavérico, hasta jarrones con muchos detalles, como el árbol de la vida, donde se observa una mujer invertida, siendo su cabello las raíces, mientras que su tronco es el cuerpo de la mujer y en su interior tiene un recién nacido. “Son trabajos muy elaborados, y para realizarlos se puede tardar entre uno y tres meses.”
El artista platicó que anteriormente a los recién casados se les tenía qué obsequiar un árbol de la vida, simbolizando la fertilidad y abundantes cosechas. En la actualidad ya no se sigue esta tradición, aunque en las cofradías y mayordomías aún utilizan sahumerios hechos de barro policromado. Asimismo, para ser considerado un árbol de la vida, la pieza debe tener a Adán y Eva, así como la serpiente del pecado original.
Este arte se niega a morir gracias al artesano Vázquez Piedra, quien ha decidido pasar sus conocimientos a los jóvenes que desean preservar este arte originario de Izúcar de Matamoros. |