Corrupción, problema sistemático en Puebla

Catalina Aguilar, presidente del Sistema Estatal Anticorrupción, presentó su segundo informe anual de labores

Para los poblanos, la corrupción es un problema sistemático que se materializa a través de un conjunto de prácticas o conductas ilegales y deshonestas, que transgreden el interés público a cambio de beneficios privados y alteran el orden social.

Ésta es la definición a la que ha llegado el Sistema Anticorrupción del estado de Puebla, que durante la sesión ordinaria de este 13 de noviembre presentó el segundo informe anual de actividades correspondiente al ejercicio 2018-2019.

Catalina Aguilar Oropeza, presidenta del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción, presentó el informe del organismo, acompañada por Ricardo Velázquez, consejero jurídico del gobierno del estado de Puebla.

Destacó que esta institución continuó haciendo su trabajo, identificando el problema y desmenuzando sus causas y consecuencias, para desarrollar las herramientas para contenerlo, disminuirlo y atacarlo.

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En el segundo año de labores de esta institución se desarrollaron herramientas necesarias y precisas para comprender el fenómeno de la corrupción y contenerlo, lo cual se realizó con tres acciones: la primera es una armonización de la propuesta de política estatal anticorrupción; la segunda, el fortalecimiento institucional y gobernanza; y la tercera, una ciudadanía informada.
Catalina Aguilar señaló que en Puebla existen incentivos para que las personas cometan actos de corrupción, pues hay altos grados de impunidad, espacios institucionales para la arbitrariedad y se ha pervertido la interacción entre los funcionarios y la ciudadanía a la hora de solicitar servicios y trámites.
“Nos encontramos ante un escenario que impide el crecimiento económico, envenena la confianza institucional y acrecienta las brechas de las desigualdades. En Puebla también existe una normalización del fenómeno de la corrupción y una alta impunidad social. Ante los hechos corruptos, tenemos un amplio margen de aceptación y tolerancia.”
Aguilar Oropeza mencionó que el Sistema Anticorrupción ha identificado que hay bajos niveles de profesionalización y capacitación de los servidores públicos, limitantes a las capacidades de control interno, y mecanismos de vigilancia social que no se implementan de manera efectiva.