Tenía 15 años cuando mi novio me violó: Samantha Hernández
En Puebla, 1.5 millones de mujeres han sido víctimas de actos violentos y discriminatorios, ya sea por parte de sus parejas o de autoridades
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (Endireh), en Puebla 6 de cada 10 mujeres de más de 15 años han sufrido algún tipo de violencia, ya sea violencia emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, que ha sido ejercida por diferentes agresores. Samanta Hernández Quiroz fue violada a los 15 años y posteriormente vivió abusos de su exmarido. Rebeca Gómez cuenta con una familiar cercana que vivió violencia psicológica. Kesia Romero tiene una vecina que todos los días era golpeada por su marido. Mónica considera que las mujeres no denuncian por temor a sus agresores y Alma Delfina confiesa que teme ser agredida en los espacios públicos, o incluso ser víctima de un feminicidio. Un sondeo realizado por El Popular, diario imparcial de Puebla mostró que la percepción de la violencia contra las mujeres no se ha detenido, sino que va en aumento. Existen mujeres criminalizadas, viviendo con temor y sin apoyo. Lee: Marchan por la eliminación de la violencia contra la mujer
Violencia, una constante en sus vidas Cuando apenas tenía 15 años, Samanta Hernández Quiroz fue violada por su novio y no sabía a quién recurrir, porque como novia tuvo que aceptarlo. “Tenía 15 años cuando mi novio me violó, no sabía a quién recurrir porque como novia creí que tenía que aceptarlo. Me daba pena decirlo; no sabía cómo actuar ni a quién recurrir.” Visiblemente consternada al recordar los hechos, indicó que la violencia contra las mujeres no se quiere reconocer, porque los hombres se sienten con privilegios sobre el cuerpo y la vida de ellas. Para Samanta, las mujeres siguen siendo percibidas más como una mercancía que como personas, situación que ha predominado por generaciones. Tan es así que hoy, con 39 años, cree que su vida no cambió mucho. “Avanzó mi vida, me casé con una persona con la que viví violencia durante 17 años; manipulación fue la violencia que no reconocí.” Tras vivir este calvario, Samanta Hernández se divorció y ahora pasa por un momento igual de difícil, pues su exmarido la demandó y calificó como “inmoral”, al tratar de hacer una nueva vida con otra pareja. “Hoy mi esposo me demandó judicialmente para quitarme la patria potestad de mi hijo, para impedirme realizar mi vida. Las cosas no han cambiado desde que yo era adolescente.” Samanta lamenta que muchos años después de su primer ataque violento tenga que recordarlo, y sólo pudo superarlo tras someterse a un tratamiento psicológico por 6 años. |