“No hemos aprendido nada, nos siguen desapareciendo”

Familias compartieron sus testimonios con los presentes en Poza Rica, Veracruz

Juan Carlos Trujillo, uno de los organizadores de la 5a Brigada Nacional de Búsqueda que se realiza en el estado de Veracruz, tiene 46 años; desde que llegó al mundo, se lamenta, las personas ya desaparecían.

“No hemos aprendido de la historia”, asegura frente a las autoridades de Poza Rica, luego de tomar simbólicamente el Ayuntamiento, una de las nuevas estrategias de los más de 70 colectivos de 22 estados de la República que integran la brigada.

Se refiere al padre de Tita Radilla, Rosendo Radilla Pacheco, quien fue desaparecido por elementos del Ejército Mexicano en el estado de Guerrero, en 1974. Su caso, aun pasando por las más altas instancias internacionales, nunca derivó en la justicia más elemental: encontrarlo, con o sin vida.

“Aún los seguimos buscando y estamos aquí porque creemos que los desaparecidos son de todos. Nadie puede ser indiferente ante tanto dolor, ante tanto sufrimiento”, dice Tita al tomar palabra en la mesa interinstitucional improvisada al momento del arribo de los familiares.

Puedes leer: “Sabemos que vamos a encontrarlos”

Ese dolor acumulado no se detuvo con Juan Carlos, a quien le desaparecieron cuatro hermanos en Poza Rica y Atoyac de Álvarez, Guerrero, entre 2008 y 2010.

A Ángel García, de 26 años, le tocó decirle a su madre María Isabel Cruz, ahora líder del colectivo sinaloense Sabuesas Guerreras, que se habían llevado a su hermano Reyes Yosimar.

“No tienen idea de lo insoportable, difícil y complicado que es escuchar a una madre llorar por su hijo todas las noches y no poder hacer nada (...) Ser testigo de la desaparición de mi hermano y ser el portavoz de la mala noticia; decírselo a mi mamá, ha sido lo más difícil que me ha pasado en la vida.”

En el segundo día de actividades públicas, la 5a Brigada Nacional de Búsqueda se dividió en tres ejes: la búsqueda en campo, a la que asistieron alrededor de 30 familiares; la búsqueda en vida, en dos centros penitenciarios; y el trabajo en escuelas y plazas públicas, en esta ocasión en el Parque Benito Juárez, en el centro de Poza Rica.

Puedes leer: Victoria busca a su hija en fosas clandestinas de Veracruz

"Todo sigue igual”

En la misma plaza en la que se dispuso un espacio para compartir testimonios y actividades artísticas, además de un buzón para recoger indicios sobre nuevas fosas clandestinas, desaparecía en abril de 2016 Brayan de Jesús Hernández Gutiérrez, hijo de Luz Elba.

Tenía 17 años y acudió a una falsa entrevista laboral. "El parque sigue igual, el puesto de trabajo donde lo citaron sigue ahí, el bolero que vio sigue ahí, pero mi hijo no ha regresado”.

Luz intentaba romper el suelo con sus zapatos para prescindir del llanto, pero el recuerdo está tan fresco que a los pocos minutos tiene que entregar el micrófono.

“Han sido cuatro años de sentir culpa. Yo lo traje y yo lo senté aquí, pero yo no sabía que Brayan iba a desaparecer; nunca lo hubiera traído. Hijo, hijo, hijo”.

  • URL copiada al portapapeles