No sólo se detectó el gasto de talleres que nunca se realizaron, también se pagaron hasta 2 millones 161 mil pesos para la adquisición de 54 paquetes de material educativo, pero no existen registro de dónde se encuentran esos paquetes.

La auditoría federal recorrió las escuelas que recibieron el material educativo y constató que no existe un listado específico del material que se entregó. Además, seis directivos de escuelas denunciaron que su firma no correspondía a las actas presentadas por la SEP de Puebla.

Tras la revisión en escuelas del estado, la ASF evidenció que las empresas beneficiadas de los contratos contaban con relación comercial entre sí, además de que dos empresas tenían socios comunes y tres tenían el mismo domicilio fiscal.

“Lo que evidencia que los participantes actuaron en una presunta confabulación para lograr al menos una de las adjudicaciones cada uno de ellos”, concluyó la ASF.

No es la única operación irregular que detecta la auditoría a la Secretaría de Educación, presidida por Ignacio Alvízar Linares. En el reporte del 2018 señala un daño patrimonial de 8 millones 270 mil 987 pesos a la Hacienda Pública Federal por el pago de maestros aviadores.

Las observaciones realizadas refieren que de los 28 expedientes, ocho presentaron irregularidades como el pago a trabajadores no identificados, el pago de salarios a maestros que solicitaron licencia y el pago de afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado de Puebla, cuyo acción no corresponde al gobierno federal.

“El gobierno del Estado de Puebla incurrió en inobservancias de la normativa, principalmente en el pago de trabajadores no identificados en el centro de trabajo, de pago indebido a trabajadores comisionados al Sindicato Nacional de Trabajadores en el estado de Puebla”, concluyó la auditoria.