Poblanos usan luz UV de onda corta para extender vida de jugos

Investigadores de la FCQ extienden la vida útil de jugos de origen vegetal mediante el uso de tecnologías no térmicas

Investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) extendieron el tiempo de vida de jugos y bebidas de origen vegetal usando un sistema de luz ultravioleta de onda corta.

Los científicos ocupan tecnologías no térmicas, con poca o nula utilización de calor, a partir de temperaturas por debajo de 45°C

El responsable del proyecto Carlos Enrique Ochoa Velasco, académico de la FCQ relató que trabajan con luz ultravioleta de onda corta, también conocida como luz UV-C, este tipo de luz se encuentra entre los 200 y 280 nanómetros y tiene un efecto germicida potencial a los 254 nanómetros, a esta longitud de onda los fotones de luz que emiten las lámparas pueden atravesar la pared celular de un microorganismo afectando su material genético.

Esta tecnología fue aplicada en jugos y algunas bebidas clarificadas para disminuir la población microbiológica, luego la combinaron con algunos antimicrobianos naturales como cinamaldehído, vainillina, eugenol y carvacrol, los cuales funcionan como agentes bacteriostáticos, lo que evitó el crecimiento microbiano durante la vida en anaquel de los jugos.

A la fecha han realizado esto con agua de coco a la que le agregaron cinamaldehído y vainillina para alargar su vida en anaquel hasta por 30 días en refrigeración. También con jugo de toronja, al cual le agregaron cinamaldehído y lograron alargar su vida de anaquel en refrigeración hasta por 15 días, debido a que es un jugo que contiene más sólidos en su composición, por lo que es más complicado que le llegue la luz. 

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Las facultades de Ciencias Químicas e Ingeniería Química de la BUAP diseñaron y armaron el equipo de luz ultravioleta con el que trabaja el equipo del académico. En este el jugo pasa por un tanque de recepción, es succionado por una bomba y pasa por las lámparas que están colocadas en forma vertical, conforme se van llenando el jugo se procesa al mismo tiempo y recircula en caso de ser necesario. El proceso transcurre entre cinco y diez minutos.

Para aumentar la velocidad de circulación los académicos construyeron un reactor de cristal para evitar que las bebidas adquieran un sabor metálico durante el proceso con luz UV-C.

A lo largo del proceso se llevan a cabo varios controles microbiológicos para asegurar que no exista alguna contaminación de los jugos, desde que se extraen hasta que se pasan por las lámparas.

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