Marcha 8M: Disculpe, nos están matando

El contingente partió de Mercado Hidalgo y la Fiscalía de Puebla hasta llegar al zócalo.

Marcha 8M: Disculpe, nos están matando
Karen ROJAS | Marcha Feminista. Marcha 8M: Disculpe, nos están matando

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Memorias del Crimen

El dolor y la impunidad reunieron a miles de mujeres en una marcha para recordar la injusticia que impera en la entidad poblana, este año con más casos de violencia de género sin resolver, y con pancartas exigen ser escuchadas

Desde el puente que divide al Parque Juárez de Plaza Dorada, no sólo las jacarandas visten de morado el entorno; los pañuelos y las playeras de las mujeres resaltan, igual que los verdes en puños y cuellos.

En el parque, muchas jóvenes tienden sus cartulinas y las llenan de consignas: “Disculpe, nos están matando”, “Somos el grito de las que ya no están”, “Hoy marcho para mañana no correr por miedo”, “Luchar hoy para no morir mañana” y “Ni una más”.

Son casi las 15 horas. Toman rumbo a la Fiscalía, donde ya hay cientos de mujeres reunidas. Destaca una enorme muñeca encapuchada en medio de los tambores y los cantos. Algunas llevan fotos con los nombres de las que faltan.

Frente a la Fiscalía, les recuerdan a las autoridades los casos de violencia, de acoso sexual, de desaparición, de feminicidios y de las tantas carpetas de investigación sin resolver. Las voces se unen y gritan “justicia”.

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Antes de iniciar, lanzan pintura roja al inmueble; las escaleras de la institución se tiñen de la sangre simulada. Al mismo tiempo, otro contingente sale del Mercado Hidalgo.

También se ve a madres con carriolas o niñas que levantan sus propias cartulinas, que piden no ser las próximas víctimas.

“Vivas las queremos, vivas se las llevaron”, “Señor, señora, no sea indiferente, se asesina a mujeres en la cara de la gente,” corean durante el recorrido por el Bulevar 5 de Mayo.

El olor a aerosol se hace presente, jóvenes encapuchadas pintan algunos paraderos de la RUTA y más adelante hacen lo mismo con el “Ángel Custodio”.

Llega a Palafox el río de mujeres. El camino de pintas continúa, un grupo de jóvenes tapa con banderas a las que sostienen el aerosol, las cubren de las fotos y los videos de los que se esfuerzan por captarlas. Las demás corean: “las paredes se pintan, las mujeres no regresan”.

Desde uno de los balcones, una adulta mayor ondea una bandera y se limpia las lágrimas. Los puños en alto la saludan, le agradecen con gritos eufóricos.

La gente sale de sus negocios. Algunos miran con curiosidad, otros aplauden al contingente, unos más tienen preparada agua para ofrecerles a las que marchan.

En el Zócalo están ya las representantes de diversos colectivos, quienes se pronuncian frente a Palacio Municipal para pedir a las autoridades no colgarse de la lucha feminista.

Tras el discurso, la banda de punk Las Ingobernables se apropia del escenario, mientras las demás se dispersa de a poco, llenas de una energía compartida y sabiendo que no están solas.