Gripe española en Puebla, una pandemia similar al Covid-19

Desde hace 100 años, el lavado de manos, la desinfección con alcohol y la sana distancia son determinantes para evitar que aumenten los contagios.

A través de un documento firmado por el doctor Luis Unda, presidente de la Oficina de Salubridad de la ciudad de Puebla y fechado en octubre 19 de 1918, se pueden leer las medidas preventivas que se usaron durante la pandemia de la gripe española, que son idénticas a las que se siguen hoy en día, en medio de la pandemia del coronavirus.

Por ahora el país se encuentra en la fase 2 de la contingencia por Covid-19, con 50 muertos y mil 510 contagiados. La gripe española provocó decenas de muertes en el estado. A nivel mundial acabó con la vida de entre 3 y 6 por ciento de la población, ya que entre 1918 y 1920 murieron casi 100 millones de personas.

El documento señala que las indicaciones allí escritas tienen como objetivo “de limitar hasta donde sea posible los estragos que pueda causar entre los habitantes de esta ciudad la epidemia que empieza a manifestarse”.

En el texto se puede leer que la Sana Distancia era indispensable en aquel entonces.

“Se recomienda a las personas que no concurran a lugares de reunión tales como cines, teatros, templos, etc. Evitar así mismo las visitas a casas o habitaciones donde existen enfermos. Abstenerse de excesos de toda clase, procurando especialmente no exponerse a enfriamientos, nos desvelarse y dormir el tiempo necesario”.

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Además advertía de la facilidad del contagio entre las personas.

“Como el contacto con una persona portadora de los gérmenes de la enfermedad es suficiente para producir el contagio deben considerarse como peligrosos: el saludar estrechando la mano, el beso y el abrazo. En consecuencia conviene abstenerse de esos actos”.

También se detallan algunas medidas de higiene, sobre todo para los médicos.

“Todas las personas, pero muy especialmente las que estén obligadas a ponerse en contacto con enfermos de gripa deberán, cada vez que toquen al enfermo, lavarse las manos cuidadosamente con jabón, secarlas y frotarlas durante algunos minutos con un lienzo de algodón empapado de alcohol de 90 grados”.

En el escrito se recomienda limpiar la nariz con “una pomada compuesta de vaselina, ácido bórico al cuatro por ciento y thymol al uno por ciento”; desinfectar la boca con frecuencia “haciendo buches y gargarismos”; además de cuidar “aseo corporal y el cambio frecuente de ropa”.

En octubre de 1918, la prensa declaró entre mil 500 y 2 mil muertes diarias en México. En Puebla, se reportaron 60 muertes por día. De acuerdo con estos reportes, el número de enfermos en las poblaciones, ciudades y algunos estados oscilaba entre 30 a 200 contagiados diarios.


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