CONAPRED ha recibido quejas por discriminación asociadas a COVID-19 en Puebla

En menos de un mes el organismo ha recibido 80 quejas a nivel nacional relacionadas con actos de discriminación asociados a COVID-19.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) ha recibido, en los últimos días, tres quejas relacionadas con actos de discriminación asociados a COVID-19 en el estado de Puebla.

César Flores Mancilla, director adjunto del departamento de Quejas, refirió para El Popular diario imparcial de Puebla el caso de una mujer adulta que presentó una queja en contra del ayuntamiento —del cual omiten el nombre por obligatoriedad legal—, debido a que el servicio de recolección de basura municipal se niega a acudir a su domicilio porque sus suegros resultaron sospechosos de tener COVID-19.

En el segundo caso, otra mujer adulta argumentó que, aunque se comunicó con las autoridades sanitarias para que le hicieran la prueba confirmatoria al nuevo coronavirus, ya que acaba de regresar de un viaje procedente de Estados Unidos, no ha tenido respuesta.

Y el último es el de una enfermera a la que le fue negado el transporte público; el chofer de la unidad le negó el acceso, situación que el CONAPRED considera completamente injustificada.

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“Hacemos un llamado a la población a evitar estos prejuicios, estos actos irracionales de hostigamiento en contra de una persona que tiene COVID —o que se presume tiene COVID—, y seguir las recomendaciones de la autoridad sanitaria para mantener la sana distancia.”

Al corte de las 14:00 horas de este jueves, el CONAPRED ha recibido, desde el 19 de marzo pasado, 80 quejas relacionadas con actos de discriminación asociados a COVID-19.

El grueso de estos casos, concentrados en la zona metropolitana del Valle de México: Ciudad de México, con 20 casos, y Estado de México con 11. Nuevo León y Guanajuato, con cuatro quejas, le siguen en ese orden.

Dos terceras partes de las quejas, detalló, fueron presentadas por mujeres, en tanto que la gran mayoría del total de casos son personas trabajadoras a las que se les están obligando a seguir trabajando en plena pandemia, ya sea porque sus actividades no son esenciales o porque no se les ha permitido excusarse de sus labores a pesar de presentar condiciones de riesgo como hipertensión, diabetes, obesidad o porque tienen a su cargo a niños y niñas menores de 12 años, o personas adultas mayores de 60.

Otra parte de las quejas provienen de personal médico por situaciones similares o bien, porque se les está obligando a presentarse a trabajar sin los protocolos de seguridad adecuados. Y finalmente, derechohabientes que no han recibido atención adecuada en sus instituciones federales de seguridad social o personas que han sufrido rechazo por los prestadores de servicios, incluyendo dos personas del área de enfermería, un caso de una persona cero positiva y un paciente médico.

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