Agencias | El entrevistado ha preferido autorstringirse de su familia para no contagiarlos. Abismal, diferencia entre ciencia y política: médico del IMSS
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El entrevistado indicó que si esta crisis no ha explotado como en otros lugares es debido al aprendizaje del personal médico.
Sin la certeza de que el paciente al que está a punto de pasar visita es positivo al nuevo coronavirus, un médico especialista de la delegación del IMSS en el estado ingresa a la habitación en donde éste se encuentra, pero dudando en todo momento si él mismo no es portador del virus, ya que no le han querido hacer una prueba confirmatoria.
Con la poca información que ha sido socializada por parte de las autoridades de la unidad médica para la que labora —de la cual se omiten referencias por seguridad—, y con el equipo de protección que ha comprado para la semana de su propio bolsillo, este médico anónimo se dispone a hacer su trabajo en medio de una precariedad que en algunos casos, se cuenta por años.
También lee: Barbosa afirma que el sector Salud se ha fortalecidoEl concepto de prevención que tienen las autoridades, explica para El Popular, es muy restringido: no se hacen las pruebas necesarias a los casos sospechosos del personal hospitalario, y los insumos que llegan se entregan únicamente para atender casos confirmados, lo que mantiene abierta en todo momento la ventana de contagio.
Aunque la falta de insumos no es algo nuevo para el sector salud, agrega, “lo que nos ha quedado claro ahora es que la diferencia entre ciencia y política es abismal. Y que seguir las indicaciones de alguien que a eso se dedica (a la política) o que sólo tiene el puesto por un dedazo, es una tontería”.
El pasado 14 de abril, un nutrido grupo de trabajadores del IMSS San José se manifestó ante la falta de equipos de protección para todo el personal del hospital, situación que ocupó incluso los titulares nacionales; un día más tarde, personal médico del Hospital General del Norte revelaba a este diario que debido al deficiente manejo de la crisis, ya sólo contaban con la mitad de su plantilla.
Las imágenes y las voces de quienes se encuentran en la primera línea de contención del COVID-19, refrenda el entrevistado, dan cuenta de la exasperación y la inconformidad de todo el personal hospitalario; que no se reduce a médicos y enfermeras, sino que se extiende a camilleros, intendencia e incluso a quienes manejan los desechos tóxicos de pacientes positivos y sospechosos.
A pesar de tomar las medidas de seguridad a su alcance, nuestro médico ha preferido autorestringirse de su familia, para no exponerlos al virus pero sobre todo, a la falta de planeación para atender esta crisis que tan sólo en la ciudad de Puebla, le ha costado la vida a 26 personas según el último reporte federal.
Si esta crisis no ha explotado con la fuerza que se ha visto en otras geografías, con centenas y centenas de muertos al día, reconoce, es debido al aprendizaje del personal médico, por los estudios de la comunidad científica y por la experiencia que van adquiriendo mientras pasan las horas. “No por las tonterías de los políticos”, reflexiona.
