¿Necesaria guía bioética para atención crítica de COVID-19?

La escasez de recursos es real, por lo que debe implementarse un sistema de selección que dé prioridad a los ausentes de comorbilidad y a jóvenes.

A escasas dos semanas de que se presente el pico máximo de transmisión del nuevo coronavirus, y en vista de lo sucedido en otros países cuyos sistemas de salud se han visto rebasados, surgen cuestionamientos respecto a cómo decidir, llegado el momento, a quién asignarle recursos de medicina crítica; dígase ventiladores mecánicos.

Aun cuando el propio subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, afirmó en los pasados días que las medidas de mitigación han tenido resultado y que se cuenta con los insumos suficientes para evitar dicho escenario, lo cierto es que nada asegura que estos dilemas de carácter ético no se vayan a manifestar.

Es por eso que el Consejo de Salubridad General puso a consideración, desde el 11 de abril, la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, misma que una vez enriquecida por expertos en la materia, tendrá que ser finalmente aprobada y puesta a disposición del personal hospitalario nacional, incluidos los médicos y enfermeras poblanos.

Algunos de los planteamientos de la guía, sin embargo, han derivado en críticas por parte de especialistas, como quienes integran el Centro de Bioética de la UPAEP, así como autores de renombre adheridos al Observatorio Filosófico Mexicano (OFM).

La conclusión a la que llegan los autores de la guía, considerando que no existe un tratamiento profiláctico ni curativo al nuevo coronavirus, y que la escasez de recursos es real, es que se debe implementar un sistema de tiraje o selección que por un lado, dé prioridad a los pacientes con mayores posibilidades de sobrevivir (que no tengan alguna comorbilidad), y por otro, a quienes tengan más vidas-por-completar (jóvenes).

Esto bajo el supuesto de que se presenten escenarios de “empate”, en donde haya dos personas en estado crítico que necesiten de un ventilador mecánico, y en donde ninguno de los dos pueda ya ser referido a otra institución de salud para ser tratada.

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”En momentos de crisis, priva el interés público”

Francisco Iracheta Fernández, profesor-investigador de la Ibero Puebla, en entrevista para El Popular, diario imparcial de Puebla, expuso algunos de los puntos más relevantes de la guía, recordando en todo momento que nos encontramos ante una situación de crisis, por lo que las soluciones a dilemas éticos allí descritas no siempre van a estar acorde a la práctica médica común.

Cuando el OFM señala, por ejemplo, que esta es una guía de corte utilitarista que menoscaba la dignidad humana, en especial la de los adultos mayores y las personas en situación de riesgo, el especialista en ética aplicada asegura que aunque la dignidad humana tiene que buscarse siempre, en una situación de riesgo como la que estamos atravesando, lo que priva es lo común y no lo individual; el peso de las decisiones, en ese sentido, es más bien de carácter público y social.

“No es que los autores de la guía estén en contra de la dignidad de la persona, eso sería una completa aberración. Si no que se trata de tomar decisiones ante situaciones irreversibles que de no hacerse, pueden agravar la crisis (...) Es una guía justamente para resolver estos dilemas que inevitablemente vamos a estar enfrentando”, expone.

“Puesto que estamos hablando de una situación médica de naturaleza pública, es natural que se subsuma aquí la práctica médica cotidiana a la práctica de salud pública. Esto significa como el documento lo pone, que el principio de justicia social debe gobernar sobre los principios particulares de beneficencia, no-maleficencia, autonomía y justicia, que regularmente se aplicarían en la práctica de uno a uno”, agrega.

Así que bajo esta lógica, afirma Iracheta Fernández, la ética que enmarca la guía, coordinada por los doctores María de Jesús Medina y César Palacios González, responde adecuadamente a las condiciones de salud pública en las que nos encontramos, ante una pandemia que todavía no se manifiesta con toda su letalidad.

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