Caída libre de comercio dejaría a miles en bancarrota

El presidente de la Canaco Puebla consideró que la medida del Ayuntamiento no cuenta con sustento técnico.

Tan sólo en el polígono norponiente del Centro Histórico existen cerca de 2 mil 500 comercios que han dejado de operar por considerárseles no esenciales; los mil restantes tienen que trabajar en medio de las dificultades logísticas y de abasto que les representa el cierre vial, señaló presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de Puebla, Marco Antonio Prósperi Calderón

Cada comercio emplea a cuatro personas, contando al propietario del establecimiento, lo que supone que en esta parte de la ciudad, la más golpeada por la medida de acceso restringir, 10 mil familias están en riesgo de perder su sustento diario, ya que muchas de estas empresas se encuentran al borde de la quiebra.

“Estamos conscientes de la crisis de salud por la que atravesamos, pero señalamos que el principal problema de esta pandemia es la recesión económica reflejada en la pérdida de empleos y en el sustento de miles de familias poblanas”, aseguró Prósperi Calderón.

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Aunado a ello, insistieron en que la medida tomada por el Ayuntamiento de Puebla no tiene ningún sustento técnico, ya que lo que ha ocasionado es mayor flujo peatonal, mayor inseguridad para los empleados esenciales y clientes que realizan sus compras al subir o bajar del transporte público, y mayores complicaciones a la cadena de abasto privado, como establecimientos de alimentos no preparados, abarrotes y bebidas al mayores y menudeo, proveedores además de tiendas y misceláneas ubicadas en otras colonias y en la periferia de la ciudad.

Canaco calcula afectaciones para los 229 establecimientos de estos giros que continúan abiertos, 78 farmacias que registran retrasos en el abastecimiento de medicamentos, además de retrasaos en servicios públicos de seguridad, salud, limpia y alumbrado.

En total, alrededor de 970 establecimientos con actividades esenciales que desde el 20 de abril deben seguir operando bajo condiciones aún más complicadas que las que se presentaron al inicio de la pandemia.

Esto sin mencionar las posibilidades de corrupción que se abren con el cierre de los accesos, comentó en conferencia de prensa, pues no se tiene claridad en quién sí y quién no puede acceder al Centro Histórico.

De ahí que solicitaran reconsiderar esta medida y comenzar a abrir paulatinamente el acceso al primer cuadro de la ciudad, que comprende desde la 3 Oriente-Poniente a la 18 Oriente-Poniente y de la 2 Norte-Sur a la 11 Norte-Sur, permitiendo en un primer momento el acceso libre camiones repartidores y fleteras, y atendiendo estrictamente los protocolos de seguridad sanitaria —incluso implementando el ingreso de clientes por goteo— el resto de los comercios.

“Más que apoyos económicos, los comerciantes piden que se les permita el flujo vehicular y la apertura de comercios para evitar su cierre definitivo”, comentó, detallando que en los últimos 20 días.

 

 

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