“Ustedes sí respondieron bien”; Municipios de la Esperanza reinician actividades

Municipios como Zongozotla reanudaron labores como tenía previsto el gobierno federal.

Como se tenía previsto por el gobierno Federal, se reabrieron los centros deportivos y de recreación, el parque y el auditorio municipales; además, se reactivaron las actividades del Ayuntamiento, aseguró la Dirección de Protección Civil de Zongozotla, unos de los denominados Municipios de la Esperanza.

Mientras se apresuraban a quitar los cordones de seguridad de los espacios públicos, los pobladores, que habían permanecido prácticamente dos meses en confinamiento, preguntaron a qué se debía la decisión. “Esto es porque ustedes sí respondieron bien, ahora pueden disfrutar de sus parques y sus canchas,” contestaron los trabajadores del Ayuntamiento.

Sin embargo, las autoridades explicaron a El Popular, diario imparcial de Puebla que continuarán los filtros sanitarios a la entrada del municipio, para evitar que la gente que proviene de otras partes del estado exponga a la población local.

Una de las actividades económicas más importantes de Zongozotla es el cultivo de café, por lo que el flujo comercial es constante y las medidas básicas de sanitización en estos espacios públicos se seguirán aplicando.

Aunque en los primeros días fue difícil convencer a los habitantes de este municipio, de 4 mil 641 personas, sobre el riesgo de contagio que representaba el Covid-19, poco a poco la gente dejó de salir al tianguis, a las canchas o a la cantina para evitar aglomeraciones, reconocieron las autoridades.

“No es una orden que demos nosotros, es por el bien de ustedes,” les explicaron a través de varios canales, entre ellos la radio comunitaria, pues es una región predominantemente Totonaca, en la Sierra Norte de Puebla.

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Demarcaciones sin confirmar

A poco más de 30 kilómetros por carretera se encuentra Tepango de Rodríguez, otro de los Municipios de la Esperanza, con una población de 3 mil 712 habitantes. Aquí la Dirección de Protección Civil refirió a este diario que las medidas de restricción a la movilidad seguirán implementándose en tanto no se tenga por escrito un oficio de la delegación de la Secretaría de Gobernación estatal, a pesar de que es una indicación del Gobierno Federal.

“Tenemos conocimiento de esto, pero probablemente sea de este marte en ocho. No podemos confirmar nada ahora. También existe la posibilidad de que sea hasta después del 1 de junio,” indicó Protección Civil municipal, asegurando tiene el único fin de extremar precauciones.

Los filtros en las entradas del municipio, al igual que en Zongozotla, permanecen activos. En la plaza pública, el tianguis tradicional sólo ofrece productos de primera necesidad, situación que mantiene inconformes a los comerciantes que provienen de otros municipios cercanos.

 

Nueva Normalidad

En la Mixteca poblana se observa la misma variedad de posiciones respecto a la Nueva Normalidad. Por ejemplo, en Huatlatlauca, que cuenta con 5 mil 796 habitantes, las actividades no esenciales se reabrieron desde el sábado pasado, comentó la Contraloría Municipal y la vida laboral del lugar ya es de nuevo constante.

Como medida preventiva durante el confinamiento, la plaza principal fue dividida en tres para que hubiese más espacio entre un puesto y el siguiente, así las personas podían adquirir los productos de la canasta básica con mayor seguridad. Los comerciantes debían usar cofia, guantes y cubrebocas en todo momento; y los clientes tenían que portar su cubrebocas y debían lavarse las manos antes de entrar a la plaza.

La vida en Huatlatlauca no suele ser diferente a los tiempos de pandemia: “Aquí la gente por lo regular casi no sale mucho, se dedica a sus comercios en otros estados y hay poca gente en las calles, a menos de que vengan al Ayuntamiento por algún trámite o salgan a la tienda,” explicaron.

En La Magdalena Tlatlauquitepec, municipio de escasas 446 personas, apenas se empezaron a reabrir las puertas de la Presidencia, comentó uno de los regidores que se encontraba de guardia al teléfono: “Quién sabe cómo sigue todo esto. Tenemos que platicar con todo el Ayuntamiento para ver si se abre”.

La principal preocupación de esta comunidad es el riesgo que suponen los bañistas, pues suelen acudir en grandes grupos al río más cercano; sin embargo, con una llamada de atención suele bastar para que no se acerquen al afluente que oficialmente permanece cerrado, al igual que los parques y los mercados. Las personas siguen vaciando las calles a partir de las nueve de la noche, en tanto no se decida y se informe lo contrario.

 

 

 

 

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