Ambulantes siguen vendiendo piratería y equipos robados durante contingencia

Las plazas comerciales como el exmercado de La Victoria, la Plaza de la Computación y la Plaza de las Artesanías permanecen cerradas.

Mientras todas las plazas comerciales como el exmercado de La Victoria, Plaza de la Computación, Plaza de las Artesanías, entre otras permanecen cerradas, los ambulantes de la 5 Norte de la 12 a la 16 Poniente siguen instalándose con normalidad.

En estos puestos colocados en la vía pública continúan vendiendo piratería, clones, dispositivos electrónicos, celulares robados entre otras mercancías no esenciales.

Los fines de semana son los días que aumenta el número de vendedores informales, a pesar de la contingencia sanitaria del Covid-19.

En un recorrido hecho por El Popular, diario imparcial de Puebla por calles del primer cuadro de la ciudad, se evidenció que los ambulantes siguen trabajando en ciertas zonas.

Mientras las plazas comerciales y comercios que hay en los alrededores de la 5 de Mayo y la 10 Poniente, permanecen cerradas desde el mes de abril, el comercio informal sigue laborando con normalidad.

Si bien calles como la 6, 8 y 10 Poniente siguen libres de ambulantes, en los alrededores del mercado 5 de Mayo permanecen trabajando de manera normal; sin embargo, la mayoría no son de comida.

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"Puedes ver qué las restricciones de la contingencia no se aplican igual para todos. En fines de semana es cuando más comercio informal hay en estás calles, sobre todo la 3 y 5 Norte. No venden productos esenciales, sigue habiendo piratería y artículos robados," señaló el encargado de un comercio de la zona.

Indicó que las autoridades no han medido con la misma vara la situación durante la pandemia, pues lejos de contener el comercio informal hay horarios y días que estos incrementan su presencia.

"Toda la ciudad está igual. En el Centro Histórico es más evidente por tratarse del epicentro de la ciudad, pero que me dices de los ambulantes de otras zonas, los tianguis que hay trabajando y a nosotros desde un principio nos limitaron".

El desacato se lo adjudican a que el Ayuntamiento de Puebla no pudo establecer un programa real para conseguir la liberación de las calles, dando oportunidad de reubicarlos de manera temporal.

En las calles muy pocos ambulantes hicieron caso a las recomendaciones de salud, pues a pesar de establecerse medidas de protección como gel antibacterial y el uso de cubrebocas, pocos las usan, no se respeta la sana distancia y hay personas de la tercera edad despachando con normalidad.

Las plazas comerciales que permanecen cerradas serán de las últimas en abrir, como lo ha instruido el gobierno estatal, por lo que temen que cuando abran la invasión de ambulantes sea mayor.


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