Covid-19 arrebata oficios en Plazuela de Los Sapos

Todos los días, y desde hace varios años, las personas ofrecen sus servicios de albañilería, pintura, plomería, trabajos eléctricos o jardinería.

Don José Herrera, de oficio albañil, viaja todos los días desde el municipio de Acajete a la ciudad de Puebla.

Su destino es la Plazuela de Los Sapos, donde espera a ser contratado para realizar trabajos que necesitan las familias poblanas.

Todos los días, desde hace varios años, él y 20 personas esperan horas para ser requeridos por oficios como albañilería, pintura, plomería, trabajos eléctricos, jardinería o como cargadores.

Hasta antes de la contingencia sanitaria, detallan que al menos tenían un contrato diario por alrededor de 400 pesos.

Sentados en jardineras, en el piso o sobre la banqueta, esperan a que pasen personas en sus vehículos o a pie, para ofrecerles sus servicios; sin embargo y a raíz del confinamiento, desde hace ocho semanas no han obtenido ningún contrato.

En entrevista, don José asegura que la contingencia también le arrebató su empleo.

“Llevamos años aquí. Somos al menos 20 personas, entre jóvenes y adultos mayores. Algunos son pensionados y otros se quedaron sin trabajo.” 

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Indicó que personas como él se vieron afectadas por la pandemia, pues desde hace ocho semanas no han obtenido un solo peso de ganancia.

“Estamos esperando a ver si nos cae algo. Llevamos años acá y no nos cae ninguna chamba. Esperamos que esto termine porque también tenemos necesidades, necesitamos el trabajo para sobrevivir. Antes se esto, teníamos por lo menos un trabajo diario, venían las personas aquí a Los Sapos y nos contrataban, y al menos nos llevábamos 400 pesos.”

“Al principio nos apoyaron nuestros hijos. En mi caso, dos de mis hijas se quedaron sin trabajo. A una la liquidaron porque la fábrica cerró y les pagaron con una máquina o herramienta que ni sirven. La otra sigue trabajando, pero a la mitad de su salario,” relató.

Don José Herrera aseguró que, en el municipio de Acajete, la situación también está grave y ahí no hay ninguna forma de emplearse, por lo que muchos trabajadores de la zona están saliendo a otros lugares buscando una oportunidad para llevar ingresos a sus casas y sobrevivir a esta crisis no sólo sanitaria, sino también económica.

 

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