Su prima ya tenía 17 años radicando en Estados Unidos, se dedicaba al trabajo doméstico en distintas casas; pero el Covid-19 terminó con su vida.

La señora Guadalupe López Calixto, dejó a siete hijos quienes también viven en el país vecino pero decidieron enviar los restos al municipio de Ahuehuetitla, Puebla, de donde era oriunda.

Así lo narró Tania Vaquero Castillo, quien fue una de las personas que recibió la urna con cenizas de su familiar, en la entrega simbólica de 105 restos desde Casa Aguayo.

“Es algo que nosotros no esperábamos, la señora estaba muy joven 42 años y es una enfermedad que nos agarró de sorpresa”, lamentó.

Recordó que su prima se fue a Estados Unidos a los 17 años y trabajaba en casas.

“Se iba de una casa a otra luego tenía tres turnos y ella se sentía muy cansada, pasaba más tiempo en la calle por eso adquirió el virus”, comentó.

Su prima falleció el 17 de abril a causa de la pandemia, y tardó tres meses para que tuviera los restos en sus manos.

Describió que pensaban que era un simple resfriado, “fue a un médico particular y ya estaba bien, luego dos días se ausentó. Tenía dificultades para respirar, estuvo internada 15 días luego la iban a dar de alta y el 16 de abril nos dijeron que en 4 días la daban de alta y al otro día en la madrugada ya había fallecido”, recordó Tania.

Agregó que a la fecha no se explican por qué tan repentina su muerte, y lo que ahora esperan es realizar un sepelio con dignidad.