No sabemos si nos vamos enfermar o si vamos a regresar vivas: Sexoservidoras padecen la Nueva Normalidad en Puebla

La representante de sexoservidoras señaló que si ven que el cliente tose o no usa cubrebocas no dan servicio.

"Estamos a la buena de Dios. No sabemos si nos vamos a infectar de Covid o si vamos a regresar a nuestras casas por la inseguridad que vivimos, si nos subimos en un coche en carretera, no sabemos si vamos a regresar vivas", así lo manifestó, Lourdes Hernández Castillo, representante de la Unificación de Sexoservidoras A.C.

No solo la contingencia sanitaria por Covid-19 ha generado riesgos a sexoservidoras del centro histórico sino las condiciones de inseguridad en las que ofrecen sus servicios.

Si bien, las trabajadoras del oficio más viejo del mundo están implementando medidas sanitarias básicas para protegerse de Coronavirus, los riesgos siguen siendo los mismos.

Pero además, otro peligro que enfrentan es la inseguridad que está viviendo al restringir su trabajo en el Centro Histórico de Puebla.

Actualmente, solo 7 trabajadoras sexuales de un total de 62 de la Unificación de Sexoservidoras A.C. siguen realizando sus servicios en el primer cuadro de la ciudad, mientras que otras tantas se regresaron a sus municipios de origen o trabajan a orilla de carretera, sobre todo en la Vía Corta a Santana, donde recientemente fue asesinada a puñaladas una trabajadora sexual.

En entrevista para El Popular, Diario Imparcial de Puebla, la representante de esta agrupación, Lourdes Hernández Castillo aseguró que está contingencia obligó a las trabajadoras sexuales a realizar sus servicios con más riesgos.

Por un lado, señaló que aun cuando no hay contagios de Covid-19 en trabajadoras de la organización, el riesgo siempre es latente, pues hay clientes que llegan enfermos, no usan cubreboca o no acatan el uso de sanitizantes.

"Si vemos que los clientes tosen, no llevan cubreboca o se ven enfermos, no damos el servicio. No nos arriesgamos aunque el cliente solicite el servicio, pero el riesgo de contagio es latente".

Hernández Castillo precisó que 7 sexoservidoras continúan en el Centro Histórico, otras más se trasladaron a carreteras, otras más se regresaron a sus pueblos y las menos se lograron emplear como trabajadoras domésticas, en maquilaforas o lavando ajeno.

Pero no solo es el riesgo de contagios, sino ahora la inseguridad que viven al moverse del centro histórico, a carreteras de la capital a realizar sus servicios.

Al menos, 100 sexoservidoras se trasladaron a la Vía Corta a Santana, donde recientemente apuñalaron a una trabajadora de servicio sexual y que perdió la vida.

Al respecto, la representante de la Unificación de Sexoservidoras A.C. aseguró que la falta de un espacio para trabajar de manera segura, ahora las pone más en peligro.

Lo anterior, debido a que para poder sobrevivir se han trasladado a carreteras o lugares apartados, donde la inseguridad es más latente.

Reveló que están más expuestas porque al abordar un vehículo para ofrecer sus servicios sexuales, no saben si regresarán seguras, pues no hay presencia de policías que brinden tranquilidad.

"Es un albur trabajar fuera del centro de la ciudad. Hay 100 trabajadoras sexuales en la Vía Corta a Santana. Estamos en lugares desolados, sin seguridad y no sabemos si vamos a regresar vivas cuando abordamos el vehículo de un cliente, ahora estamos más expuestas".

Lamentó el caso de una trabajadora sexual asesinada hace unos días en esta carretera, pues se evidencia que hay mucha necesidad.

Al final, Lourdes Hernández Castillo denunció que a la fecha no han recibido el apoyo prometido por el Ayuntamiento de Puebla sobre la entrega de despensas, sino que sobreviven de apoyos de organizaciones civiles. 

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