En un lapso prácticamente de un año, los nueve ajustes al gabinete equivalen en promedio a un movimiento cada 40 días, a diferencia de los 100 días en el mandato de Antonio Gali Fayad y los 47 días en la administración de Rafael Moreno Valle Rosas.

Aunque en el caso del periodo de la denominada “minigubernatura”, los ajustes que emprendió en su momento el titular del Ejecutivo respondieron principalmente a una lógica electoral.

En tanto las modificaciones del morenovallismo, se llevaron a cabo por revanchas personales del gobernador en turno.

Destacan la salida de Myriam Arabián Couttolenc, a la que involucraron en un litigio por la denuncia de un presunto delito electoral, sin embargo, obtuvo una resolución favorable y absuelta del caso.

No obstante, ese asunto legal-electoral lo usó el propio gobernador para marginarla de la toma de decisiones en la entidad, desde las perspectivas del desarrollo social, área que era de su competencia.

En un ánimo de diferencias personales, el entonces mandatario igual presionó la salida de Amy Camacho. Más tarde, en un contexto electoral, combinado con un conflicto personal y político, también orilló a que Fernando Manzanilla dejara la extinta Secretaría General de Gobierno.

En el caso de la actual gestión, encabezada por Miguel Barbosa, en más del 90 por ciento de los movimientos obedecen a razones de tipo político-administrativas, por cumplimiento de metas y rumbo de acciones y programas de gobierno.

Destacan la llegada de José Antonio Martínez, que asumió la titularidad de la Secretaría de Salud en el contexto de la pandemia de Covid-19, en sustitución de Jorge Humberto Uribe Téllez.

Barbosa Huerta afirmó que el relevo obedeció simplemente al cumplimiento de un ciclo administrativo.

Una situación similar ocurrió con la Secretaría de Turismo, aunado a la necesidad de obtener resultados en el sector, cuando se produce la salida de Fabiana Briseño Suárez y el ingreso de Vanessa Barahona de la Rosa.

Un ajuste con un titán político correspondió al de la Secretaría de Gobernación, con el cambio de Fernando Manzanilla Prieto para dejar en el puesto de secretario a David Méndez Márquez. El primero dejó la administración estatal para regresar a la diputación federal que obtuvo en el 2018 por las siglas del Partido Encuentro Social (PES).

Al actual mandatario le restan cuatro años y medio por delante, lapso en el que podrán registrarse más ajustes.