Como una “estupidez”, calificó el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, las acusaciones de que supuestamente habría recibido dinero por parte del entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, para respaldar la Reforma Energética.

En una denuncia filtrada por el periodista Ciro Gómez Leyva, se establece que el ahora gobernador formó parte de un grupo de siete legisladores que presuntamente recibieron sobornos por 80 millones de pesos para trabajar en favor de la Reforma Energética, aprobada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, ventiló el exdirector de Petróleos Mexicanos.

Al respecto, en la conferencia de prensa comenzó su discurso contestando: “Lo otro es una estupidez; no habrá recibo que encuentren, no habrá videos, no habrá grabaciones, mala estrategia la de ellos de querer involucrar a alguien a quien no le van a poder imputar absolutamente nada”, defendió.

Incluso, el mandatario local reiteró que, ante tales acusaciones, presentará una demanda por daño moral en contra de Emilio Lozoya.

“Nunca tuve ningún diálogo, ni telefónico ni personal, con Emilio Lozoya, él como director de Pemex y yo como senador de la República y coordinador de los Senadores del PRD, nunca lo tuve; nunca le pedí ninguna gestión, ni de manera directa, ni a través de alguna persona, nunca; sus afirmaciones si es que son así como están puestas en la nota son falsas y nunca las podrá probar, lo reto a que presente una sola prueba”, puntualizó.

En ese sentido, insistió en que él no aparecerá en ningún video, en ninguna grabación, pues nunca habló con Lozoya ni por teléfono, ni de manera personal, “jamás”.

Barbosa recordó su posición y del grupo parlamentario, y que fue públicamente en contra, coordinándose alrededor del liderazgo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, “y marchamos en las calles, y proveíamos un activismo enorme en muchos sentidos, tanto en diciembre- noviembre del 2013 que fue la discusión de la reforma en materia energética, en la que por cierto, cuando se discutió en el pleno, no pude estar porque estuve sometido en una operación en la cual me amputaron el pie derecho, como en la discusión de las reformas secundarias en materia energética, que fue en agosto de 2014”.

Por lo tanto, el mandatario reiteró que está tranquilo, y está limpio, a la vez de que, dijo desconocer las motivaciones que están en el origen de llevar a que aparezca él en la supuesta declaración, “lo sabré, me llegaré a enterar de donde salen esas motivaciones y esas perversiones, yo estoy limpio, yo actuó con honestidad y con buena fe”, defendió.

También rechazó que haya pedido trasladar a su hermano, trabajador de Pemex, de una terminal de almacenamiento en Guerrero a las oficinas centrales de la Ciudad de México.