Mientras no haya una vacuna para el Covid-19 la vida no volverá a ser como la conocíamos: investigadora UPAEP

Rocío Baños explicó que las medidas de seguridad sanitaria deberán respetarse, incluso cuando ya se distribuya la vacuna, debido a que un sólo caso de contagio puede provocar un rebrote.

Rocío Baños, investigadora de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), explicó que la fase clínica en la que se encuentra la vacuna del coronavirus SARS-COV-2, que producirán México y Argentina, terminará en octubre de este año y que es posible que en ese entonces empiece la producción masiva, aunque esto no significa que se tengan que dejar de tomar las medidas de seguridad sanitaria.

En conferencia de prensa virtual dijo que mientras no haya una vacuna: la vida no volverá a ser como la conocíamos, y por ello las medidas de higiene y distancia social deberán respetarse, incluso cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en verde; las noticias sobre avances en las vacunas, exhortó, deben tomarse con cautela para que la gente no relaje la disciplina y se precipite a salir de sus casas y exponerse a un contagio.

“La vida no va a ser igual mientras no haya una vacuna; no podemos volver a tener contacto tan cercano con la gente mientras no haya certeza de que no hay transmisión de este virus u otros porque somos susceptibles a adquirir distintos patógenos”, puntualizó.

Dijo que hasta el momento se tiene registro de 167 compuestos biológicos candidatos a vacunas, de estos 29 se encuentran en la fase de evaluación clínica y 138 en la evaluación preclínica; el más avanzado hasta el momento es el de la universidad de Oxford y AztraZeneca.

De acuerdo a la investigadora, los virus y bacterias van a ir en aumento y las bacterias resistentes a los antibióticos también están creciendo, por ello, las medidas como el lavado de manos o la distancia social pueden evitar la proliferación de nuevos virus, y otros que ya están presentes en el mundo. Abundó en que el coronavirus podría sufrir alguna modificación, aunque no serán significativas o cambiarán el efecto de la vacuna.

“Cómo especie biológica, y al estar pasando de persona a persona, el virus va a ir cambiando aunque las modificaciones no serán drásticas, y la vacuna seguirá teniendo el mismo efecto en quienes la reciban(...) Debemos asegurar un ambiente de trabajo, en casa y de convivencia social sin riesgos y el cubrebocas es la mejor herramienta para generar una barrera en contra de cualquier patógeno”, subrayó.

 

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