Detectan 8 zonas de riesgo en juntas auxiliares en Puebla capital

Las personas en peligro ya fueron notificadas, pero se niegan abandonar su hogar.

Al menos ocho puntos de riesgo por lluvias en juntas auxiliares detectó la Secretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos del gobierno municipal.

Estos lugares son susceptibles de deslizamientos de tierra e inundaciones en asentamientos irregulares ubicados en rellenos de barrancas, durante la temporada.

Aunque la dependencia notificó a las personas en situación de riesgo, estas se niegan a reubicarse.

Los principales puntos son en las juntas auxiliares de San Andrés Azumiatla, Santo Tomas Chautla, La Resurrección, San Miguel Canoa, Santa María Xonacatepec, San Sebastián de Aparicio y San Pablo Xochimehuacan.

De acuerdo con el titular del área, Gustavo Ariza Salvatori, un problema recurrente en estas delimitaciones territoriales es la presencia de asentamientos irregulares sobre barrancas que fueron rellenadas para construir viviendas, así como las que están en laderas con peligro de desplazamientos.

En todos los casos, indicó, notificaron a las familias para retirarse de estos lugares; sin embargo, muestran resistencia y permanecen en sus domicilios.

“Tenemos descaradas al menos ocho zonas en juntas auxiliares. Ya se han notificado a las familias, pero se niegan a dejar sus hogares,” dijo.

“Sobre todo el riesgo es por deslizamiento de tierra sobre casas cercanas o en su caso viviendas que han sido construidas sobre rellenos de barrancas porque el cauce natural del agua reclama lo que se ha invadido.”

Destacó que se ha trabajado en estas zonas de riesgo con los vecinos de manera permanente para crear conciencia en las personas respecto del riesgo que representa mantenerse en estos lugares.

Reiteró que están en permanente comunicación con los ediles auxiliares para brindar apoyo inmediato en caso de alguna emergencia ocasionada por las lluvias.

En julio de 2019, como resultado de una lluvia un cerro se reblandeció en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla y el alud sepultó una vivienda, lo que provocó la muerte de siete personas.

La temporada de lluvia podría durar hasta la segunda semana de octubre y el peligro es constante.

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