Un lustro después, el gasto millonario del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, para entregar pantallas a familias de escasos recursos y enfrentar el apagón analógico, hoy no servirán de nada para el regreso a clases.

El Popular, diario imparcial de Puebla, buscó a poblanas y poblanos que resultaron beneficiados en aquel momento, y ahora, comentaron, el aparato no es suficiente ni óptimo para el modelo escolar que determinó la SEP en el país.

Josefa Velasco, una mujer de 75 años que vive al sur de la ciudad, recibió el televisor y hasta la fecha funciona, aunque sin el control remoto y con algunos botones faltantes en el equipo.

En su hogar, que comparte con dos de sus hijas y cuatro de sus nietas, dos menores tomarán clases, aunque hasta el momento no les han indicado cuál será la forma de trabajo.

En su caso, el televisor es el único en su hogar, y no cuentan con computadora o internet.

En 2015, con el programa de apoyo por el “apagón analógico”, Puebla resultó la cuarta entidad en recibir más aparatos con un total de 644 mil 933, de acuerdo con el Quinto Informe de Gobierno del presidente.

En la entidad, el gasto para la adquisición de los aparatos fue de mil 794 mil 487 millones de pesos.

A cinco años de esa entrega, muchas familias aún cuentan con los aparatos, y en el regreso a clases virtual algunos utilizarán los televisores para recibir clases, aunque con dificultades.

Laura Badillo, de 25 años, vive con dos de sus hermanos que se encuentran en secundaria, y su familia también fue beneficiada con la entrega de televisores.

En su caso, sus hermanos están a la espera de que les informen la forma en la que van a trabajar, aunque advierte que en el anterior ciclo escolar hubo muchas deficiencias en las clases en línea y no ven cómo compartir el televisor.

Muchas otras familias que obtuvieron una pantalla del programa de Peña Nieto, ya no tienen el aparato porque lo vendieron en un sitio de productos de segundamano, por lo que no podrán atender los cursos por los canales abiertos de TV.