Defiende CDH protestas de mujeres en contra de violencia y feminicidios; borró las pintas de sus instalaciones

Un día después de las protestas, el organismo reiteró su apoyo a las mujeres que exigen respeto a sus derechos humanos.

A través de un comunicado de prensa, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla ratificó su apoyo a la toma simbólica de sus instalaciones que ocurrió la mañana del 11 de septiembre.

Colectivas feministas pintaron las paredes y colocaron pegotes como muestra de solidaridad a la toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y de los hechos ocurridos en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM).

Aunque la subsecretaría de Infraestructura de Puebla ya borró las pintas con consignas y quitó los pegotes, que eran mofas al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a las autoridades estatales, la CDH legitimó la lucha de más mujeres que exigen que se respete su integridad física y sus derechos humanos.

De acuerdo al documento, el edificio fue limpiado con la intención de preservar el inmueble, ya que se encuentra en el Centro Histórico, el cual es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, y refrendó su compromiso para ser un ente vigilante que señale enérgicamente las violaciones de derechos humanos.

Desde el 3 de septiembre un grupo de mujeres, entre las que se encuentran Erika Martínez y Yesenia Zamudio, se amarraron a unas sillas en la CNDH hasta que sus exigencias de justicia fueran escuchadas.

Ambas son madres y sus hijas fueron víctimas de violación y feminicidio, respectivamente, pero hasta el momento sus agresores no han sido castigados.

Al día siguiente, diferentes colectivas feministas se unieron a la protesta y tomaron las instalaciones de la CNDH e intervinieron pinturas de personajes históricos como Francisco I Madero y Benito Juárez, hecho que ofendió a AMLO, que calificó las protestas como una "exageración" y una acción hecha por "conservadores".

Las declaraciones del presidente indignaron a millones de mujeres que han tomado de forma simbólica las instalaciones de comisiones de derechos humanos en seis estados, entre ellos Puebla.

Las manifestantes dijeron que no van a devolver las instalaciones y que la sede de la CNDH se convertirá en "Okupa, Casa refugio #NiUnaMenos", un espacio para mujeres como Erika Martínez, quien por denuciar al violador de su hija de 7 años se quedó sin casa, y que ahora tiene un lugar para estar segura.



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