La contingencia por Covid-19 frenó el proceso de certificación Tipo Inspección Federal (TIF) al Rastro Municipal de Puebla. Sin embargo, debido a las medidas sanitarias implementadas en este periodo, se garantizó la calidad de la carne que consumen los poblanos.

Así lo dio a conocer durante su comparecencia, el titular del organismo descentralizado Industrial de Abastos Puebla, Raúl Corona Flores.

Señaló ante los regidores que pese a frenarse el proceso de certificación, se extiende el sello de calidad cárnica a los animales sacrificados bajo estrictas normas sanitarias implementadas durante la pandemia.

Admitió que por la misma contingencia, el gobierno federal suspendió hasta nuevo aviso la certificación TIF al Rastro Municipal desde el pasado 26 de marzo.

“No ha sido impedimento para laborar de manera normal con sello vigente. Hay médicos veterinario certificados que verifican los sacrificios y cumplimiento de instalaciones de calidad, aunque se suspendió la certificación”.

Corona Flores abundó que se llevaron a cabo más de 42 mil visitas a lugares dedicados a cárnicos, para verificar que cumplan con todas las medidas de inocuidad en la venta de carne.

Recordó que de octubre de 2019 a septiembre de este 2020 han sacrificado 115 mil 760 cabezas de ganado, mientras que de 2018 a 2019 se contabilizaron 97 mil 606.

El funcionario explicó que el precio de la matanza de bovinos es alto; sin embargo, en esta temporada de pandemia la carne de cerdo registró un precio más económico, de ahí el aumento en el sacrificio realizado en las instalaciones.

"Vimos un incremento en el sacrificio de porcinos en el Rastro Municipal, esto más de estadísticas es cuestión de economía, y es que el sacrificio de bovinos es caro, pero ahorita la carne de cerdo tiene un precio más económico".

Dio a conocer que por el confinamiento, varias empresas e introductores mantuvieron sus actividades sin cambios, para no generar desabasto de carne en la capital.