Ante la proliferación en la venta de cubrebocas por la pandemia del Covid-19 surgieron diversas marcas y tipos de este insumo; sin embargo, no todos son efectivos para evitar contagiarse del virus.

Desde hace ocho meses iniciaron los primeros casos de contagio, las autoridades recomendaron el uso del cubrebocas, siempre que cumpliera con las medidas mínimas de protección e higiene.

Ante el desabasto del mismo en los establecimientos de salud, las autoridades sugirieron cubrebocas de otro tipo de material, como lo son de tela, aunque también salieron en el mercado algunos cubrebocas N95 y con válvulas, estos últimos nada recomendables, de acuerdo con los expertos.

Así como en el comercio establecido proliferó el diseño y venta de las mascarillas, también se hizo en el informal, aunque las autoridades sanitarias, advirtieron que los productos que se venden en la calle pueden estar contaminados.

José Fernando Huerta Romano, subdirector de Vigilancia Epidemiológica en el estado, exhortó a la población a tener mucho cuidado con los que se compra en la calle, porque se ha registrado casos de “cubrebocas reutilizados”.

Explicó que insumos que venden los ambulantes llegan a tener huellas de lápiz labial o manchas de comida, “ese es un alto riesgo, por eso la recomendación es no comprar cubrebocas callejeros”.

“Que los compren en lugares que están acreditados para la venta de cubrebocas clínicos o demostrados en su utilidad por la calidad que se utiliza”, sostuvo.

Alertó que adquirir un cubrebocas en la calle, es como si se hiciera mejor en casa, “ese sería el equiparable, no es la recomendación, pero si yo voy a comprar un cubrebocas en la calle, pero tengo una tela que es similar a la del cubrebocas en la calle, mejor me hago mi cubrebocas casero, y tengo la seguridad de que yo lo estoy lavando, limpiando, y no tengo tanto problema”, refirió.

Los N95 contra los de tela

Huerta Romano, indicó que no hay necesidad de usar cubrebocas N95 en el ámbito laboral o fuera de los sectores de atención directa al paciente Covid-19, en una oficina, edificio público, en un espacio abierto, un jardín, ya que ese es estrictamente para el profesional de la salud que está atendiendo pacientes con el coronavirus, influenza u otras enfermedades de origen respiratorio de alta letalidad.

En los establecimientos en Puebla se han visto diferentes modelos de cubrebocas, que van de precios accesibles, desde 15 o 20 pesos, hasta un costo mayor de 300 pesos, dependiendo el tipo de material o diseño plasmado.

Empresas ven oportunidad en el cubrebocas

En tanto, la Cámara de la Industria Textil (Citex), delegación Puebla-Tlaxcala, ha informado, sin precisar en números, que durante la contingencia hubo empresas que hicieron la reconversión para producir materiales para el sector salud como cubrebocas, batas y sabanas, con lo cual subsistieron mientras esperaban a que se diera esta reactivación general.