‘Prefería morirme antes de seguir siendo mujer’: Lo que sufre una persona trans al realizar el cambio de género

Con la aprobación de la Ley de Identidad de Género en Puebla, se espera que se garanticen los derechos humanos de este sector de la población.

En México, solamente 13 estados han aprobado la Ley de Identidad de Género, Puebla actualmente sigue en busca de su legislación. 

En la entidad se le conoce como Ley Agnes, en memoria de una psicóloga y activista transexual que fue asesinada en el 2012 en Puebla: Agnes Torres. Ella estaba en busca del derecho a rectificar la identidad de las personas en las actas de nacimiento. 

¿Qué es la Ley Agnes o Identidad de Género?

La Ley de Identidad de Género o Ley Agnes busca reconocer a las personas transexuales y a su vez garantizar sus derechos humanos; bajo el mismo rubro, ser identificadas y tratadas bajo su autopercepción. Esto para que sea el Registro Civil quien resguarde el acta de nacimiento que se le concedió a la persona cuando nació y no le sea requerida en un futuro, pero sí tenga la libertad de tramitar una actualizada con su nueva identidad, sin el temor de ser sufrir discriminación.

Y es que la comunidad LGBT + en Puebla actualmente vive entre la incertidumbre por la aprobación de la ley, ya que muchos integrantes de este sector de la población han sufrido diferentes actos de discriminación y problemas a la hora de realizar un trámite oficial. 

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Tal es el caso de Alex Contreras, un hombre trans que desde los ocho años se dio cuenta que sus preferencias sexuales eran distintas a las de las personas que lo rodeaban. 

“Cuando yo tenía aproximadamente entre 8 o 9 años comencé a darme cuenta que algo no estaba bien conmigo, fue cuando por primera vez note que me gustaba una mujer,” contó. 

Narró que cuando él tenía 16 años decidió que no quería ser más una mujer e incluso pensó en morir antes de seguir siendo una. Ante esto, comenzó a preguntarse si estaba “bien” lo que sentía y al mismo tiempo se daba el ‘boom del internet’, por lo que le era fácil ingresar a las redes sociales y hacerse pasar por hombre para conversar con mujeres. 

“Con el paso de los años me di cuenta que me gustaban las mujeres, pero siempre decía ‘no puedo estar con una mujer siendo mujer’. Yo entraba a chats haciéndome pasar por hombre y en esos momentos que platicaba con mujeres, me sentía pleno y feliz”. 

Sin embargo, ante la barrera de un acercamiento más profundo con la mujer que conversaba y por el miedo de que en llamadas telefónicas descubriera que en realidad Alex era una mujer en ese momento, desistió de esa relación, y por ende, su autoestima bajó durante todo su transcurso en la preparatoria. 


Su cambio fue cuando veía un programa en televisión llamado Catfish, donde apareció un hombre transgénero, tomó el valor para expresar su sentir y decidió indagar en el tema para acudir con un especialista y realizarse un tratamiento hormonal. 

“Después de ese programa comencé a investigar. Busqué a una sexóloga y comencé a ir a terapia. Ella ya me confirmó que era un hombre trans. Eso fue en octubre del 2013 y para marzo del 2014 comencé mi tratamiento hormonal”, contó. 

En cuanto a su cambio de identidad dentro de un documento oficial, tuvo que acudir a la Ciudad de México en el 2015 donde es posible realizarlo, pero tuvo que hacer uso de contactos para conseguirlo. 

“Yo no tenía planes de hacerlo porque decían que solo era para personas que vivían allá, pero estaba en varios grupos de trans y comenzaron a hablar sobre su importancia. La prima de mi cuñado vive allá, así que me hizo una carta responsiva diciendo que yo vivía con ella y así fue como puede arreglar mis papales”. 

También, tuvo otra problemática a la hora de realizar un trámite oficial. 

“Otro problema que tuve fue cuando quise sacar mi pasaporte mexicano. Para hacer el cambio de nombre de la visa llevé mis papeles y me dijeron que tenían que corroborar con la CDMX si se había hecho el cambio. Pasé 6 meses esperando, hasta que hablé con una amiga que es activista de la comunidad trans aquí en Puebla y ella conocía al delegado de la SER (Secretaria de Relaciones Exteriores). Tuvimos una reunión con él, revisó el caso directamente y al día siguiente ya tenía mi pasaporte,” mencionó. 


A Iktan de la Vega le era fastidioso desde los cuatro años que se le vistiese de la manera en que lo hacían sus padres. Cuando cumplió los 10 se sentía hermafrodita ya que no se sentía cómodo con su género. 

“La mayoría de mis primeros recuerdos son relacionados con ese tema. Desde que tenía como 4 años me molestaba mucho que se refirieran a mí en femenino, o la ropa que me ponían. También recuerdo mucho que entrando a la pubertad en mi mente estaba 100 por ciento seguro de que era hermafrodita, porque sentía que algo en mí no cuadraba con mi género y cuando me di cuenta de que no era así me puse muy mal”, relató. 

Cuando ingresó a la secundaria, el fastidio y repudio hacia su cuerpo era notable. Además, todos sus compañeros y maestros insistían en llamarlo por los pronombres equivocados, para él, lo que lo llevó a sufrir depresión, pero su “salvación” apareció a los 17 años, por medio de un video.

“Traté de dejar esos sentimientos atrás cuando entré a la secundaria pero no pude. Me incomodaba mi cuerpo, mi ropa, la forma en la que me hablaban y pues entré en depresión. Cuando tenía como 17 años me salió un video en Youtube sobre toda la transición y los tratamientos que se pueden llevar y neta en ese momento dije ‘de aquí soy’ y me obsesioné por años investigando, hasta que un día se me hizo tomar el tratamiento hormonal”. 


La modificación de trámites oficiales para su cambio de identidad la califica como una “osadía”, ya que se le ha complicado efectuarla por no existir en Puebla una ley como la que buscan aprobar, Ley Agnes. Reiteró que tener en regla los papeles oficiales es esencial para su día a día, tanto para él, como para toda la comunidad LGBT +. 

 “Ha sido toda una osadía porque aunque para algunos ya hay información del proceso, para otros, tenemos que investigar por nuestra cuenta cómo se hace. Y pues son un chingo de documentos que hay que cambiar, desde tu acta de nacimiento hasta certificados escolares, pasaporte, cuentas de banco. Y en general, el problema es que no es válido hacerlo en Puebla, además en caso de aprobarse, los empleados necesitarán una capacitación previa para poder atendernos”. 

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