Al menos 15 personas estuvieron a las afueras de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares esperaron con la intención de recibir informes sobre sus familiares desaparecidos.

Tal es el caso de Omar Soriano, quien dijo ser hermano de Fátima Soriano Moreno quien desapareció el pasado 13 de enero en el fraccionamiento Villa Elena, ubicado en el municipio de Atlixco.

“Desde el 13 de enero sigue desaparecida mi hermana, y hasta la fecha nada, no nos dan respuesta a nada tampoco, es frustrante todo esto. Yo aún no pierdo la esperanza de encontrarla”, comentó.

Y es que cabe resaltar que el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ de la Universidad Iberoamericana de Puebla, emitieron un comunicado donde exhortaron al Congreso del Estado a legislar en materia de Ley de Desaparición de Personas para el Estado de Puebla, misma que se encuentra en espera desde el julio de 2020.

Dicha iniciativa de ley establece que, ese delito lo comete el servidor público o el particular que, con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un servidor público, prive de la libertad en cualquier forma a una persona, seguida de la abstención o negativa a reconocer dicha privación de la libertad o a proporcionar la información sobre la misma o su suerte, destino o paradero.

A raíz de esto, Omar Soriano comentó que hacen falta leyes que resguarden la integridad de la ciudadanía, y en caso de suscitarse un desaparecido tomar cartas en el asunto.

“No sé si los diputados no quieren hacer lo que les corresponde que es trabajar, o simplemente porque no les interesa porque no fue un familiar de ellos el que desapareció, sino moverían mar y tierra para encontrarlo. Necesitamos leyes que nos ayuden a sentirnos en parte seguros por sí algo nos llega a suceder”, enfatizó.

También, recalcó que la nula búsqueda de familiares desaparecidos afecta tanto económica y psicológicamente, pues deben realizar gastos por sus propios medios para indagar y además, el desgaste mental por no saber del paradero.

“Es una angustia horrible el no saber dónde está tu familiar, no sé lo deseo a nadie en verdad. Estar pensando dónde puede estar, si está vivo o muerto es desgastante, y también en lo económico y más ahora con pandemia, entre el transporte, andar trasladado de un lugar a otro cuesta”, comentó.

Cabe resaltar que en Puebla, se tienen registradas 2 mil 523 personas como desaparecidas, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.