Municipios en Puebla viven sin actualizar su Atlas de Riesgo

Estos instrumentos sirven como base para conocer el territorio y los peligros que puedan afectar a la población y a la infraestructura en el sitio.

Municipios en Puebla viven sin actualizar su Atlas de Riesgo
Especial Municipios en Puebla viven sin actualizar su Atlas de Riesgo

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De los 217 municipios en el estado de Puebla, apenas 38 de ellos cuentan con un Atlas de Riesgo, sin embargo, no se actualizan, de acuerdo con el reporte del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) ¿Cómo vamos con los Atlas de Riesgo en México?

La investigación señala que el número de municipios poblanos que cuentan con este esquema, apenas representan un 17.5 por ciento, sin embargo, algunos fueron elaborados en 2005, como el de Huauchinango, sin que a la fecha haya sido renovado.

Algunos otros se aplicaron desde el 2015 como en el municipio de Nealtican, San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Teziutlán, Huejotzingo y Chichiquila.

Desde el 2016 lo arrastran el ayuntamiento de Atlixco y el municipio de Tainguismanalco; mientras que San Martín Texmelucan lo tiene desde el 2018.

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El Igavim señala que, en el estado de Puebla, se tuvo a bien participar en la Sesión Virtual de Parlamento Abierto en julio del 2020 organizada por el Congreso estatal, en la que se ingresó la iniciativa de Decreto para elaborar, formular, implementar y mantener actualizado el Atlas de Riesgo Municipal en el primer año de cada nueva administración, sin embargo, no ha sido considerada.

Es urgente diseñar, instrumentar y actualizar este tipo de ordenamientos en el país, que provea los indicadores de cambio climático y las necesidades indicadas en la Agenda 2030 para promover una adecuada gestión integral del riesgo”, advierte el observatorio ciudadano

El artículo 86 de la Ley General de Protección Civil señala que, en el Atlas Nacional de Riesgos y en los respectivos Atlas Estatales y Municipales de Riesgos, deberán establecerse los diferentes niveles de peligro y riesgo, para todos los fenómenos que influyan en las distintas zonas. Dichos instrumentos deberán ser tomados en consideración por las autoridades competentes, para la autorización o no de cualquier tipo de construcciones, obras de infraestructura o asentamientos humanos.