Asesinan a hermanos

*Se presume que el homicidio se derivó de una riña entre pandillas, aunque se investiga también un ajuste de cuentas  Texto y fotos: Víctor HERNÁNDEZ  HUAQUECHULA.- DE varios balazos fueron asesinados durante la madrugada de ayer los hermanos Maximino y Felipe Ramos Bautista, quienes contaban con 22 y 28 años. Sus cuerpos fueron encontrados en una vereda que conduce a San Juan Huiluco, junta auxiliar perteneciente al municipio de Huaquechula, a 100 metros de la carretera federal a Izúcar de Matamoros. Fue a la altura del kilómetro 44 de dicha vialidad que se dieron cita peritos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), policías de Atlixco y Huaquechula, estatales y ministeriales, y elementos del Ejército Mexicano, pues se presumía al inicio que se trataría de una ejecución. Sin embargo, el Ministerio Público de Atlixco informó de manera preliminar que los hechos habrían derivado de una riña entre pandillas, aunque también se investiga un posible ajuste de cuentas, pues uno de los occisos contaba con antecedentes penales. En el lugar de los hechos se encontraron aproximadamente 10 casquillos percutidos de calibres .22 y .32, que fueron embalados por personal de Servicios Periciales como elementos de las pruebas que se harán en materia de balística. Padres y parientes políticos de las víctimas acudieron al lugar y, a pesar del llanto y la indignación, manifestaron que ambos eran vecinos de la colonia Mártir Cuauhtémoc, de San Juan Huiluco, y que el martes en la noche fue la última vez que supieron de ellos, pues se dirigían a esta junta auxiliar, aunque no dijeron a qué. Entrada la noche, se extrañaron porque no regresaron, así que el miércoles en la mañana comenzaron a buscarlos y fue en la vereda que debían tomar para llegar a su destino que los encontraron tirados; en el lugar ya estaba la policía. Tras el hallazgo, algunas personas aseguraron que los occisos eran conocidos en Tronconal, Queacalco y Cacaloxúchitl. Elementos de Seguridad Pública de Atlixco señalaron que el reporte lo hicieron algunos vecinos de la zona, aunque mencionaron que se trataba de dos hombres alcoholizados que estaban tirados en la vía pública. Transcurrieron cinco horas y media para que los cuerpos fueran retirados del lugar y llevados a la morgue de Atlixco porque los peritos no llegaban al lugar de los hechos, situación que indignó a la familia de los occisos. Sobre Maximino poca información se logró obtener, sin embargo, sus familiares refirieron que con dificultades salía de la colonia donde vivía y que no tenía problemas, a diferencia de su hermano Felipe, quien inclusive andaba armado con una navaja y una pistola, pues decía que era para defenderse. Además, entre mayo y junio –no especificaron bien la fecha-, Felipe abandonó el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Atlixco, donde estuvo encarcelado por un proceso en su contra, como probable responsable de los delitos de robo de vehículo y asalto.
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