Incontenible ola asaltos en el sur de la ciudad

*Las autoridades sólo “nos dan atole con el dedo”, señalan vecinos de la colonia Leobardo Coca, ante los constantes atracos a negocios, casas habitación y transeúntes  Ramona GARCÍA  Una incontenible ola de asaltos se ha desatado en la zona sur de la capital del estado, sin que hasta el momento las autoridades competentes tomen medidas contundentes a favor de la población que se ha visto copada por bandas delictivas a todas horas del día. Las colonias Leobardo Coca, Vicente Guerrero, Paraíso Mayorazgo y Granjas Sur han sido de las más afectadas por los vándalos que habitan en las inmediaciones. Hace apenas tres semanas, un grupo de encapuchados, con armas en mano, amagaron al encargado del Oxxo ubicado sobre la esquina de la avenida Las Margaritas y La Nacional. Horas después, llegó la policía municipal a levantar las actas correspondientes y hasta el momento todo sigue igual. Apenas, el martes pasado esta misma tienda fue asaltada a plena luz del día, cerca de las 12:30 horas. Esta vez, fue un ladrón solitario, pero el procedimiento fue el mismo. Tardíamente llegaron las autoridades, recabaron la información necesaria y hasta el día de hoy los afectados aseguran no haber obtenido respuesta alguna. No sólo los Oxxo son blanco de estos delincuentes, quienes en sus atracos se llevan no más de mil pesos, cigarros y botellas de alcohol. También el establecimiento comercial denominado Cantera, ubicado sobre La Nacional y la calle Privada B Hermenegildo Galena, en la colonia Paraíso Mayorazgo, fue atracado el miércoles pasado alrededor de las 4:00 horas. No ha sido la única ocasión, dicho establecimiento acaba de cambiar de administración, ya que al anterior dueño no le fue rentable por los constantes atracos realizados a su negocio. Uno de los afectados, encargado de un pequeño comercio de abarrotes, comentó a la redacción de El Popular, diario imparcial de Puebla, que algunos de los delincuentes son reincidentes; ya los conocen y cada cierto tiempo regresan a asaltar con el mismo modus operandi. En su mayoría, aseguran, llegan en estado de ebriedad o bajo el influjo de sustancias tóxicas. Algunos llegan en tal mal estado que sólo los corren y, sin poder articular palabra, se retiran del lugar. La misma suerte han tenido transeúntes y usuarios de cajeros automáticos, a quienes los jóvenes vándalos los amagan con piedras, armas blancas o tan sólo con palabras altisonantes, y se llevan teléfonos celulares, el mínimo dinero en efectivo (desde 50 hasta 500 pesos) e identificaciones oficiales. Ante la ineptitud policiaca, han proliferado bandas de pandilleros que abiertamente delinquen, grafitean las fachadas y destruyen lo que encuentren a su paso, por lo que los vecinos aseguran estar hartos, pues las autoridades sólo les “dan atole con el dedo”. Los entrevistados por este medio deploraron la falta de vigilancia y seguridad que impera en la zona sur de la capital y exigieron a las autoridades, tanto municipales como estatales, una pronta solución y no sólo la visita tardía de los elementos policiacos después de cometidos los atracos. Dicen no denunciar los hechos por temor a las represalias, la burocracia y por la desconfianza que impera contra las autoridades correspondientes. “Tres horas y media pasaron para que el mal encarado agente del Ministerio Público nos atendiera; no sabíamos y nos hicieron regresar por comprobante de domicilio e identificación, no volvimos a regresar”, señalaron visiblemente molestos. Piden que en lugar de invertir en la pavimentación de calles, distribuidores viales y festejos millonarios para conmemorar la Batalla del 5 de Mayo, se fijen en los problemas reales de la gente que dentro de su propia casa o comercios viven en un ambiente de inquietud y zozobra.
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