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Aterrizaje forzoso

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** La pericia del piloto evitó no sólo su muerte, sino un percance con graves consecuencias Víctor HERNÁNDEZ [gallery link="file" columns="4"] HUEJOTZINGO.- INCREÍBLE pero cierto, los dos ocupantes de una avioneta que la mañana de ayer realizó un aterrizaje forzoso tras presentar fallas en el motor, resultaron ilesos y sin daño alguno, debido a la pericia de parte del piloto que logró colocar la aeronave en tierras de cultivo localizadas a un costado de la autopista México-Puebla y el entronque con la carretera que conduce al Aeropuerto Internacional de Puebla. Después del percance y solicitar el apoyo de unidades de emergencia, piloto y copiloto fueron atendidos por paramédicos del servicio de emergencias 066 debido a la crisis nerviosa de ambos sujetos, pero no presentaron lesión alguna. Testigos presenciales afirman que lograron salir de la avioneta por su propia cuenta debido a que pensaron podría presentarse un incendio. De acuerdo al informe de paramédicos y al testimonio de los tripulantes de la aeronave, siendo las 11:46 horas, el número de emergencias 066 comenzó a recibir una serie de llamadas que reportaban el desplome de una avioneta en las inmediaciones de la autopista, por lo que de inmediato se alertó a la torre de control del Aeropuerto Internacional de Puebla, así como a diversos servicios de urgencias. Al llegar al lugar del accidente, se percataron de que se trataba de una avioneta Cessna 210 color blanco, con matrícula XB-DEK, la cual aterrizó en unos campos de cultivo ubicados a la altura del kilómetro 102+800, para luego arrastrarse unos 500 metros y quedar inmóvil en el lugar donde fue avistada por un par de trabajadores de la construcción que escucharon el momento en que la aeronave sobrevolaba y sufrió la avería del motor, situación que los puso en alerta. Con posterioridad, arribaron elementos de la Policía Federal, Protección Civil, servicio de emergencias 066, Capufe, Policía Ministerial, militares y bomberos, estos últimos quienes se encargaron de acordonar la zona y revisar que no hubiera fuga de combustible o algún indicio que representara riesgo alguno. Heriberto Palomino, albañil de oficio, relató que se encontraba trabajando en una obra ubicada al otro lado de la autopista –con sentido a México- cuando vio pasar la avioneta, alzó la vista y escuchó que el motor dejó de sonar. “Le dije a mi compañero, se va a caer, vimos que hizo una maniobra y luego empezó a bajar, así que me subí a mi motocicleta y como ya nos sabemos los caminos, llegamos hasta aquí para ayudar a las personas que lo necesitaran, pero ya estaban bajando; afortunadamente sólo los vimos un poco pálidos”, refirió el alarife. Rodolfo Paul Reyes Franco, de 32 años de edad, piloto de la Cessna y Mauricio Romero Torres, copiloto de 42 años de edad, sólo presentaron una crisis nerviosa; el primero de ellos refirió que momentos antes habían despegado de la pista del aeropuerto Hermanos Serdán, ubicado a cuatro kilómetros de la zona de aterrizaje, para hacer un vuelo de reconocimiento. Sin embargo, cuando volaba a una altura de 150 metros, falló el motor y notificó a la Torre de control que haría un aterrizaje forzoso, avistó el terreno y decidió llevarlo a cabo ahí. Especialistas refirieron que por fortuna, el tren de aterrizaje funcionó y pudo meterse, de lo contrario, las consecuencias habrían sido fatídicas, pues la aeronave pudo volcarse al hacer contacto con el suelo. Personal de Bomberos procedió a drenar la turbosina de la avioneta, para que después se le quitaran las alas y pudiera ser llevada en una grúa al taller del aeropuerto, información proporcionada por el coordinador regional del 066, Luis Fernando Tinoco Cervantes.